Antonio F. Marín: El tanga elegante

26 de febrero de 2007

El tanga elegante

No se me ocurre nada sobre lo que escribir porque me escurro la sesera y no se me antoja nada que no se haya dicho ya. Podría hacerlo sobre las declaraciones de Otegui en las que por fin reconoce el sistema métrico democrático; es decir, que no se puede pagar un precio a los asesinos de ETA o que la independencia sólo se puede conseguir por vías pacíficas y democráticas, que es como reconocer, tras 800 asesinatos, que hay que respetar los semáforos. El muchacho de ETA por fin parece que ha aprendido que la “b” con la “a” es “ba”, aunque como estamos en jornadas preelectorales y necesita presentarse a las elecciones, no es de fiar su promesa de estudiar para septiembre. Podría haberlo pensado 800 muertos antes. O podríamos hablar sobre Irán y sus preparativos para la guerra, que todavía no se ha declarado y esperemos que nunca
nos explote porque sería la ruina para todos, pero también para los israelitas y los americanos. O podríamos hablar sobre el increíble hecho de que sea el propio directo de Televisión Española el que filtre al diario El Mundo el video de la censura a García (rumor sin confirmar). O sobre la vergüenza ajena que da el Real Madrid. O sobre mi libro. O sobre los Oscar de Hollywood, pero no sé qué ha pasado por oscarilandia y además no me interesan sus menudencias porque me aburren las galas en las que a mí no me premian. Así que uno echa mano de unas notas que tenía escritas sobre Cecilia Bolocco, la señora de no sé qué político, que por lo menos tiene morbo porque hace poco asomó por el festival de la canción Viña de Mar de la guisa que se puede ver arriba. Que el tanga es más elegante que la braga campera lo sabíamos hace mucho, pero ahora lo hemos verificado con este traje de noche en el que el tanga se integra como si fuera una pieza más del vestido. Ésta al menos, aunque va de gala, nos provoca y nos incita al pecado, algo que no consiguen las niñatas de Hollywood.

Mobusi