La policía ha detenido al presunto asesino del alcalde popular de Fago (el que fuera candidato socialista a la alcaldía), y como es natural algunos que han echado mano de las dos españas para glosar el suceso cuando parece que no es más que una venganza vecinal que también se habría producido si uno fuera forofo del Madrid y el otro del Barcelona. A lo peor incluso lo habría matado antes. Pero esto es España, señores, la puta España que según Raúl del Pozo “prefiere los pedos de Almodóvar a las estocadas de Alatriste"; aunque a mí me parece una barbaridad que esta puta España condene a pagar 21.600 euros a Pepe Rubianes por sus supuestos insultos a esa "puta España" porque ya nos dice el refranero que no insulta quien quiere, sino quien puede. Esos berridos no ofenden y son tan molestos como si un tonto te mancha el pantalón con una tiza. Qué vas a hacer. Es tonto. Así que lo mejor es no hacerle caso, no darle importancia al patán, al esperpento de la España chula flamenca y bravucona de la escuela de Pepiño Blanco, que cuando piensa embiste. La España de siempre, a la que no hay que multar porque se multa ella sola a través de la historia.
