Antonio F. Marín: El precio de los condones

30 de marzo de 2007

El precio de los condones

Sigue la murga y rechifla con el precio de los cafelitos de Zapatero y yo sigo sin encontrarle el hilván, porque si el hecho de que el presidente no sepa el precio de un café significa que está alejado de la realidad de la vida, no quiero ni pensar lo que significa que yo no sepa el precio de los condones. No quiero saber lo que pensarán de mí al no tener ni idea de a cuánto está el kilo de preservativo, aunque quizás tengan razón, oh cielos, porque ahora que lo recuerdo hace mucho tiempo que no me como un rosco, ni un coño. Ni un colín. Pero a mí lo que me preocupa no es el precio de los condones, qué va (ya me preocupare cuando encuentre a una incauta, según la doctrina de mi madre), sino que el PNV no condene al dirigente de su partido que el otro día le arreó una patada en los huevos a un socialista del Foro de Ermua que iba a declarar en el juzgado. Que no repruebe la conducta de
un bucéfalo españolista que en vez de acariciar sutilmente como hacen algunas chicas para provocarte, patea los huevos para provocar al diálogo y establecer las pautas que lleven al consenso. Porque el partido que afilia al mostrenco de los argumentos a coces dice que la culpa es del agredido por provocar, tal y como dicen los maltratadores domésticos cuando acusan a sus mujeres de provocarlos al ponerse minifalda o servirles la cena fría. Unas provocadoras que se merecen unas patadas para llamarlas al orden. Así que el miembro del Foro de Ermua también provocó por tener la cara dura de acudir al juzgado en el que había presentado una denuncia y atreverse a pasar entre los energúmenos que apoyaban al denunciado. Por tener la osadía de denunciar, de recurrir a la ley y a la Justicia, pues ya sabemos que por ciertos solares del Norte los pleitos se solventan a base de patadas en los huevos o de tiros en la nuca. Y se ahorran trámites, que la Justicia es muy lenta.
Nota.- Se ha actualizado “fetichismos”.

Mobusi