Antonio F. Marín: La Liga de la Decencia

11 de abril de 2007

La Liga de la Decencia

El 70% de los médicos de atención primaria fueron ayer a la huelga para exigir la mejora en el servicio y que puedan atender a los pacientes 10 minutos, como mínimo. Pero no importa, verdad usted, porque la escritora Almudena Grandes que quería fusilar al amanecer, la doncella virginal Maruja Torres que llamó hijoputas a los votantes del PP y el cineasta que dijo que el PP quería dar un golpe de Estado, se han conchabado con otros 3.500 demócratas cursiprogres de tanto fuste y tronío como el sedoso satinado de Juan José Millas, y han firmado un manifiesto acusando a la oposición de crispación, porque ya sabemos que todo aquel que no se arrodilla sumiso ante el Gobierno y ante el amo es un crispador. El manifiesto de la Liga de las Damas de las Buenas Costumbres y la Decencia Democrática critica que "se niegue legitimidad a quien
gobierna por voluntad de la ciudadanía", es decir, al Gobierno, y esto lo dicen, por tol morro, aquellos que le negaron al PP legitimidad democrática y se manifestaron contra el gobierno popular por la guerra de Irak, por el Prestige y por los atentados del 11M, entre otras actuaciones de “hay motivo” que negaban legitimad al PP para gobernar por voluntad popular. Se manifestaban contra el PP cuando gobernaba y se manifiestan ahora contra el PP cuando está en la oposición. Y si el PP se exilia en México, por ejemplo, se van allí a manifestarse contra este partido. Es lógico, pues son de esos españolitos, con alubias con chorizos, que cuando ellos critican es en ejercicio de la libertad de expresión, pero cuando los critican a ellos se trata de una caza de brujas para provocar la crispación. Mientras el Consejo de Estado y la Plataforma Todos Contra el Canon denuncia que el Gobierno pretende establecer la censura en Internet y va a permitir que los civiles juzguen lo que es legal o ilegal sin mediación judicial (fascismo puro de oliva), estos millonarios cursiprogres de pitiminí persiguen a la oposición por aquello de que en democracia se controla a la oposición y en la dictadura también se controla a la oposición. Les da igual, porque son damas de la Liga de las Buenas Costumbres y la Decencia Democrática que creen que si te dan una patada en los huevos como ocurrió hace poco en el País Vasco y protestas, eres un crispador que atenta contra la convivencia con tus gritos de dolor. Y si te opones a que la señora escritora te fusile también eres un crispador. Y es que cuando ellos ven que hay alguien que no se arrodilla manso ante el amo, cuando advierten que hay alguien que no le lame el culo al amo, cuando comprenden que hay gente que no es sumisa al amo, se echan a temblar porque para ellos el esclavo que sigue en pie y no se pone de rodillas, es un crispador que altera la paz de la mansión, la paz del señorito.

Mobusi