Antonio F. Marín: Directores espirituales

2 de julio de 2007

Directores espirituales

Los universitarios españoles ganan menos que nadie en Europa, pero lo que nos importa, o nos interesa, lo que nos quita el sueño y nos lleva a la cabezona lucha reivindicativa es que un cuadro esté aquí o en otro sitio. “El Guernica a Guernica”, ha reclamado el lendakari Ibarreche, exigiendo el cuadro de Picasso que se encuentra en el Museo del Prado. Y la rendición de Breda de Velázquez debería ir a Breda (Holanda) para seguir con su regla de tres, o sea, que es cierto: la gente es tan tonta como parece. O más aún. Es para meterse debajo de la cama y no salir porque el infierno, si existe, debe ser un lugar en el que te ves gobernado por un
tonto. Olé, ¡los micrófonos! Proba, proba ¡los micrófonos! Sin amor, ¡los micrófonos! Sin Guernica, ¡los micrófonos!
Esto es lo que hay, porque ayer José Antonio Marina nos salía en El Mundo por peteneras y buleares excusándose con que la asignatura de Educación para la Ciudadanía pretende educar la conciencia para que los niños adquieran valores democráticos y que puedan distinguir que algunas decisiones que cuentan con la mayoría y son legales, pueden no ser éticas, y bla, bla, bla. Pero no le habíamos preguntado eso. Lo que tiene que responder, que para eso cobra, es qué hacer cuando te trasladas a vivir a Estados Unidos y tu hijo se ve obligado a estudiar en la escuela que la pena de muerte es legal y constitucional y que la venta libre de armas es un derecho de los ciudadanos. Porque allí Educación para la Ciudadanía estudiaría estos valores constitucionales de la sociedad americana, con arreglo a su legalidad democrática que admite la venta libre de armas y la pena de muerte. Lo que tiene que hacer es responder claramente es si es ético y moral buscar el aprobado de la asignatura aceptando la pena de muerte y la venta libre de arma. Lo demás es faramalla hueca de confesionario. Queremos respuestas, si es posible tipo test, y no requilorios obvios de director espiritual. Laico, por supuesto.

Mobusi