Que no sabía de ética y puso escuela, de ciudadanía, porque el preexcelso presidente ha seguido el temario de Educación para la Cursiprogresía y le ha bajado los impuestos a los yates y aviones privados, por aquello de facilitar que un obrero se compre uno, suponemos, porque son todo elucubraciones de mal pensado. Ha sido un error, dicen en el Gobierno, pero siempre se equivocan en el haber de los mismos y para mí que lo han hecho a ver si cuela, para satisfacer a los ricachones cursiprogres amiguetes de Zapatero, como Botín y
Entrecanales (los paletos nuevos ricos que cuelgan la chaqueta en el respaldo de la silla).
Y cuando los han pillado han dado marcha atrás en un coitus interruptus que aún gotea, porque el Ministerio de Asuntos Exterior ha concedido este año a la Fundación Fútbol Club Barcelona 377.104 euros en ayudas para proyectos de cooperación al desarrollo; una cuantía superior a la que le ha concedido a otras organizaciones como Unicef (33.600 €), Cruz Roja (100.000 €) o Acnur (131.615 €). Se estudia en Educación para la Cursiprogresía, ya digo: darás al Barcelona club de fútbol muchísimo más dinero que a los niños pobres de la Unicef y a los pobres refugiados de Acnur.
La subvención es para "impulsar el desarrollo del Barça como más que un club a nivel local e internacional". Es de libro, de libro cursiprogre; de libro del maestro Zapatero Ciruela que no sabía de ética y puso escuela de Educación para la Cursiprogresía, la asignatura que también apoya el rey de la mierda frita televisiva, el señor Sardá (Pepitillo Flátulo Flatulencia para los amigos), que se conoce que también quiere meter la mierda en el colegio y que Boris Izaguirre, con el culo al aire, enseñe valores humanos. Una actitud que no me extraña, ya digo, porque cosas más raras se han visto y yo conozco a un ginecólogo que se llevaba el trabajo a casa.
