Antonio F. Marín: La España de Zapatero y chichinabo

6 de noviembre de 2007

La España de Zapatero y chichinabo

Tengo para mí que los únicos que se sienten de verdad orgullosos de ser españoles, sin miedo y recato alguno, son los vecinos de Ceuta y Melilla. Los demás lo llevan/amos como pueden y podemos. Y no me extraña, porque la diferencia entre un país serio (Francia) y otro de Zapatero y chichinabo (España), es que el primero envía en avión a su presidente para resolver un problema de sus ciudadanos y el segundo envía a su ministro de Asuntos Exteriores, pero a una tenida flamenca
en Marruecos.
Así funciona la política internacional, según el ministro de Justicia, Bermejo, “cara de suegro”, buscando el apoyo de los amigos franceses. Eso dice, pero las azafatas dijeron sentirse “desamparadas” mientras el ministro responsable, señor Moratinos, andaba buscando el apoyo de amigos como el Lebrijano. Pues vale. Aceptamos pulpo y Sarkozy como ministro de Exteriores. Dice el comunista Julio Anguita en El Mundo que Zapatero es un producto del marketing y que hace política de titulares.
Y tiene razón: Zapatero y chichinabo, ya digo, porque la diferencia entre un país serio (Francia) y otro de Zapatero y chichinabo, (España), decía, es que el primero no se mete en la línea editorial de los medios de comunicación y el segundo sí, porque he leído en un periódico que Zapatero ha pedido a los obispos que controlen la COPE. Y me extraña que haya dicho eso, sabe usted, porque me consta que don José Luis tiene pontificado que lo que más le molesta es la injerencia del poder político en los medios de comunicación. Así que tú mismo.

Mobusi