He estado pensando qué hacer con el blog porque aparte de que estoy un poco cansado después de tres años y más de mil comentarios, me han ofrecido escribir una columna en el nuevo periódico digital, “Peatom” (aún en proyecto) que se va a editar en Madrid y Castilla y León, para extenderse luego al resto de España. La directora Eva Suárez me ha invitado a participar la sección de opinión “Punto y Coma” y escribir dos columnas semanales. El proyecto digital está liderado por la empresa “Situtevas” y está previsto que esté accesible a finales de
mes o por ahí, pues están ultimando los detalles técnicos ya que también proyectan una televisión y una revista cultural y de tendencias los fines de semana (Tresytres).
Me gustaría compaginar el blog y las columnas, pero ya veremos porque el blog es un diario personal y en él escribes lo que te da la gana, sin tener que dar explicaciones; pero escribir en un proyecto profesional (con accionistas y gente formal) es distinto, y has de cuidarte más no sólo porque llegas a más gente, sino porque al ser un proyecto profesional has de ser más exigente pues para eso te pagan.
Me había prometido no volver a trabajar nunca para nadie, pero he conocido a Eva y confío en ella y en su apuesta por la libertad de creación y expresión. Y además dice que lo que busca de mí es precisamente “mi irreverencia”. Pues eso es echar gasolina al fuego, porque a irreverente…Así que ya veremos si puedo compaginar ambas cosas, seguir con el blog, aunque no sea tan frecuente como antes porque seguir a diario no es posible pues aquí lo ofrezco todo gratis, de bóbilis, pero en Peatóm pagan y es justo que ellos se lleven la mejor parte y tengan la exclusividad.
Así que vuelvo a la responsabilidad y la exigencia, aunque no quería, porque la vida da muchas vueltas y es imprevisible, qué le vamos a hacer, pues recuerdo que estaba yo en la última fiesta de Nochevieja de la foto de arriba y me tuve que ir porque las chicas empezaron a comportarse de una forma muy rara y como soy muy vergonzoso me sentí muy mal. Es que soy tímido y a mí estas cosas me dan mucha vergüenza y además estaba yo sólo, no había ninguno tío más y me sentí perdido, sin saber qué hacer.
Así que llamé a mi madre y le dije lo que pasaba y ella me preguntó si las chicas eran de buena familia y yo le dije que sí, que tenían estudios y todo, y que sus padres eran de lo mejorcito de la sociedad porque se dedicaban a la construcción y la abogacía. Y entonces ella me dijo que era una falta de educación abandonar una fiesta y que me quedara y aguantara. Que por educación hiciera esfuerzos por quedar bien y que no la dejara en mal lugar, como solía hacer. Así es que me quedé en la fiesta con las chicas, por no enfadar a mi madre, que conste, aunque me escondí en un rincón, tras un sofá. Por si acaso.