Uno recuerda de las películas antiguas que algunas mujeres lucían un lunar en el canalillo o encima de las tetas que aprisionaban el corsé y las empujaban hacia arriba, porque el Wonderbra lo inventaron en el siglo XVII, a lo menos, pues entonces las tetas subían y apretaban sin necesidad de recurrir, como ahora, a la tecnología de la NASA. En el downblouse de arriba la chica luce pechitos y un lunar, aunque está demasiado bajo, para mi gusto, pero de gustos sobre la altura milimétrica a la que ha de estar un lunar en un genuino downblouse, está todo por escribir. Voy a ver si me pongo.