Antonio F. Marín: El terror, el terror...

15 de enero de 2008

El terror, el terror...

El presidente del Gobierno nos ha mentido, nos ha estado mintiendo a los españoles y se ha quedado tan pancho pues negoció con ETA después del atentado y habló de cuestiones políticas, según el mismo ha reconoció en el diario El Mundo, aunque ahora quiera desmentirlo. Se cree que somos tontos, es decir, que piensa el ladrón que todos son de su condición. Tiene una jeta de esas que lucen los que son capaces de vender a su madre con tal de seguir aferrados a la poltrona. En los odiados Estados Unidos Nixon tuvo que dimitir por mentir, pero aquí vivimos una regresión democrática, según digo yo (y los obispos), y el que tenga huevos que venga a darme aceite de ricino.
La mentira, la mentira...Debería mirarse al espejo y decirnos qué ve, tal y como ha hecho Javier Barden que también se ha asomado y, según ha confesado, se ha visto feo y horroroso. Y uno se he emocionado ante tanta sinceridad, snif, snif, porque se ha
visto tal cual es. Dice que para el papel de psicópata se ha inspirado en Bush, pero yo lo dudo porque para eso no necesita acudir a ninguna musa pues le sale muy natural, sospechosamente natural. Tan natural que yo creo que los hermanos Coen obviaron el casting y lo contrataron porque para psicópata no tiene que fingir ni nada, ni tan siquiera interpretar. Se tú mismo, le habrán dicho.
Aunque a mí este tío no me da miedo, sino más bien asco que es otro terror distinto porque el miedo de verdad no anda por las película gore sino en la realidad misma de sartén y huevo. Una realidad cotidiana, vecina y que no tiene nada que ver con una novela de Conrad, “el terror, el terror”, sino con el horror cotidiano que no viene en las películas “de miedo” con tumbas, cementerios, pasadizos y esqueletos.
El miedo te viene de verdad cuando un niño de dos años se atraganta con un chupachups en medio de la acera y no puedes hacer nada, tal y como ha ocurrido en Valencia. Ver como un niño se muere delante de ti sin que puedas evitarlo porque se asfixia y no tienes medios para ayudarlo. Eso es terrorífico. Casi tanto o más que ver a Zapatero gobernando a 40 millones de españoles.

Mobusi