Antonio F. Marín: La Sección Femenina del Justiciero

18 de abril de 2008

La Sección Femenina del Justiciero

"Pajilleros, reprimidos, grasientos, puteros, siniestros, cobardes y acomplejados". Esto son los elogios sedosos, sutiles y satinados (Juan José Millas) que el director de la cadena Ser, Daniel Anido, ha dedicado a los que han critica la elección de Carmen Chacón en el nuevo Gobierno de Zapatero, porque se conoce que la igualdad cursiprogre consiste en que se pueda criticar a los hombres, pero no a las mujeres. Tienen bula, privilegio, salvaguardia, protección, mimos y custodia como en la Sección Femenina de Franco.
Yo no he criticado a la ministra pero me doy por aludido como "pajillero y reprimido" vocacional. Es decir, que le voy a contestar al garrulo por alusiones porque me ha mencionado ya que soy el representante honorario y voluntario de los pajilleros reprimidos desde que me imaginé desnudas a Maruja Torres y Almudena Grandes. Estuve punto de castrarme, pero me contuve. Y como a los tontos, a los políticos y a los niños
(además de a los de la cadena Ser), hay que ponerles ejemplos para que lo entienda, voy a tratar de explicarle al palurdo lo que ocurre con Carmen Chacón.
Nada. Porque la crítica a ella no es porque sea mujer o porque esté embarazada, sino porque fue una pésima ministra de Vivienda y es probable que también sea una pésima ministra de Defensa al ser un departamento más complejo que aquél otro que, por no tener, no tuvo ni competencias. Este tienes competencias sobre bombas. Es un pelín más peligroso.
Y si no aguanta las críticas, que se valla a llorar bajo la falda de su madre pero a mí que no me cuente su vida porque no me van los folletines. Me resbala que ande preñada o con juanetes. Y me descojono de los Justicieros macarrillas que la defienden, como el patán de la cadena Ser. "A la mujer ni mentarla", decían los sietemachos de la dictadura. Y todavía recuerdo cuando estos hijoputillas feministas como Daniel Anido, se mofaban de la popular ministra Ana Palacio tras su intervención en Naciones Unidas.
Y en esas estamos. No se trata de machísimo, y si lo es, a mí me la suda porque en el momento en que no pueda criticar a un tía metida en política y que cobra de mi dinero, me exilio. Porque nos habrá venido el fenifascismo. Pero la cuestión es que los "machistas" no vamos por ahí fardando de Justiciero de las Mujeres, es decir, de gilipollas "salvapatrias", digo, "salvamujeres", porque eso sólo lo dice un machista que se cree redentor del género femenino y se apaña una especie de Sección Femenina para poder fardar de Justiciero.
Sólo un niñato machista puede contestar en una entrevista que es el Justiciero de las Mujeres. Supongo que su padre estará orgullosísimo de haber criado a un Justiciero, cuando cualquier padre sólo aspira a que su hijo sea abogado. Pero de lo que se trata es de que en Defensa haya una mujer más competente que ella, ya digo, que no sea tan mala como cuando anduvo por el ministerio de la Vivienda, es decir, que vaya a ese ministerio una mujer más preparada y con más dotes intelectuales, lo que no es poco.

Mobusi