El rey ha piropeado por primera vez a un presidente del Gobierno, a Rodríguez Zapatero, y no me extraña porque el borbón procura hacerle la pelota a la izquierda para que no lo despidan por Cartagena, como a su abuelo. Le va en ello las habichuelas, los yates y las minucias palaciegas, por lo que el monarca nos ha salido por peteneras, digo, por peloteras, de pelota, de enjabonar tiralevitas a un mediocre como Zapatero, suponemos que porque entre iguales se comprenden y se dan piquitos. Alumbraos.
Y mientras nuestros "lumbreras" se morrean, a una bloguera cubana le han prohibido viajar a España para recoger el premio Ortega y Gasset que otorga el diario El País. No han querido dejarla salir del paraíso de la libertad, ya se sabe, cuando nuestro Gobierno se propone presionar a la Unión Europea para que supriman las sanciones a Cuba porque nuestro paladín de la libertad, nuestro prohombre del Tinell, habla mucho de libertad y bla, bla,bla, pero apoya a un dictador que fusila, encarcela y reprime al pueblo no dejándolo salir incluso del país no vaya a ser que al visitar otros países compruebe que, efectivamente, el paraíso cubano es una mierda pinchada en un palo de "patria o muerte".