Pechitos lesbi con pezones oscuros
Pequeños, menudos, gráciles y saltarines, que además caben en la boca. Ese sería el pechito púber y empitonado que salta danzarín bajo la blusa sin necesidad de andamiaje, armazón o encofrado de cemento armado. Libres y livianos que brincan por su propia naturaleza, por su propia mesmedad, porque retan la gravedad, a Newton y a la física cuántica.