Antonio F. Marín: No es delito, pero tú tienes delito

5 de junio de 2008

No es delito, pero tú tienes delito


Ya no se conforman con atracarnos con el canon por grabar en los cedés nuestras fotos o las películas sadomaso que yo me bajo de Internet y en las que creo que no participa Tedy Bautista, ni Ramoncín, ni Víctor Manuel, sino que además roban el dinero de los pobres como ha ocurrido en Toledo donde le han pagado a Ana Belén, la del canon, con el dinero del 0,7% destinado a los países pobres.
"No tienen hartura", que decían nuestras abuelas cuando las requerían para cumplimentar en la cama el sagrado deber del matrimonio. "No tienes hartura", que me han dicho a mí las madres de mis novias, digo, de mis ex novias. Pero no es delito. Como tampoco es delito, según dicen, que la presidenta del Tribunal Constitucional le comente a una implicada en un asesinato
que sí lo necesitaba, si es menester, que la llame cuando su caso de maltrato llegue al Tribunal Constitucional. Avísame que ya veremos, le dice la doña a la implicada. 

Este connivencia, que en una democracia normalita sería gravísima, ha pasado desapercibida para los medios, excepto para ABC que lo denunció hace unos días, aunque ayer El País lo publicó en primera página y a cuatro columnas, para lavar la imagen de la susodicha porque "no es delito", según todas las asociaciones judiciales. Nadie ha dicho que lo sea. Tampoco es delito copiar en un examen y se supone que nadie debe hacerlo y si alguien lo hace, y lo pillán, no va a la cárcel, claro, pero tiene que dimitir de su oposición. No presentarse. 

Tampoco es delito tocarle el culo a la mejor amiga de tu mujer el día de tu boda (foto de arriba), pero tiene delito. Sin embargo lo de la presidenta del Constitucional ni es delito, ni tiene delito, según nos dicen los listos enterados poniéndose la venda antes que la herida. Unos linces, estos cursiprogres. La única salida honrosa que le queda a la mujer del César, aunque no sea delito, es dimitir irrevocablemente para no quedar como aquellos mandamases de otros tiempos que decían que les pegaras un telefonazo, si tenías problemas, porque ellos te abrían todas las puertas. Tampoco era delito.

Mobusi