1 de julio de 2008
Patriotas de cemento armado
Lo mejor de ganar la Eurocopa es que se ha demostrado que hay una generación de jóvenes entre 18 y 30 años que no se avergüenza de ser españoles, que no han vivido la dictadura franquista, que se han criado con la teta de la democracia y que no tienen complejo alguno y se sienten orgullosos de pasear su bandera y de emocionarse con los triunfos del equipo
nacional, llamándolo España y no Estado Español, que sí que es una horterada, cosa de gente ordinaria.
Como los argentinos por ejemplo, que en la foto de arriba muestran orgullosas sus colores nacionales y sin ningún complejo. Ese es el mejor trofeo que nos hemos traído porque entierra por fin el pensamiento único de los dictadores cenizos y fatalistas que creían y creen, que es fascista todo lo que se refiera a amar al país en el que te han parido. Con esto llega la normalidad. Por fin. Y gracias al fútbol.
Va por ellos, porque gracias a ellos hemos visto a nuestro patriota de hojalata, a nuestro presidente del Gobierno, con la banderita de España en la solapa, dando botes de alegría porque ganó España y mandando la patrulla Águila del Ejército del Aire para que dibuje los colores de la bandera patria. Ahora sí que mola eso de ser patriota. Por lo visto.