
Cuatro años después hay siete (7), empezando por Rajoy y terminando por Montilla y Pepiño Blanco. También figuran Ibarreche, Zapatero, Carold Rovira e incluso Solbes que hasta ahora lo
considerábamos algo así como el abuelito de Heidi. Pues esto es lo que hay (según las encuestas), y en cuestión de odios me temo que nadie miente, por lo que ahora ya no le hacemos la trompetilla al guardia de la porra, sino a nuestros políticos. O nos bajamos los pantalones para enseñarles el culo o nos sentamos en el camino para enseñarle el chichi al autobús electoral. Según.
Y a uno le extraña que en ese particular baremo de odios no aparezca la suegra, los árbitros, el jefe, la mujer o el marido, que siempre han sido los predilectos de nuestros odios y nuestros afanes. Es que vamos progresando, el país se moderniza y ahora, como es natural, se odia a los políticos que es lo que suele ocurrir en las democracias más avanzadas, mientras Zapatero, los sindicatos y los empresarios escenifican su paripé para "frenar la crisis" y los bancos se desenfrenan con ella y siguen ganando más que nunca, pese a la crisis. O gracias a ella. Gracias zapatero. Eres mi héroe.