Antonio F. Marín: La sinceridad de los politicos caraduras

12 de octubre de 2008

La sinceridad de los politicos caraduras

El todavía líder de la oposición de la derecha, Mariano Rajoy, nos ha confiado que el desfile militar de la fiesta nacional "es un coñazo", porque se conoce que a él la música militar tampoco lo puede levantar (George Brassens). Rajoy también tiene mala reputación, malísima, y como es natural se le han echado encima los patriotas de izquierdas (los que no son de hojalata, pero sí de cemento armado), que se conoce que madrugan todos los años para el desfile y les duele en el alma que se critique al ejército y los militares.

Rajoy es un caradura, es decir, un político de pura cepa que dice una cosa y piensa otra, pero que venga la cursiprogresía histérica a rasgarse las vestiduras por lo que ha dicho Rajoy (la izquierda que nunca se pudo levantar para la fiesta nacional), es todavía aún más hipócrita si
consideramos, además, que hace unos días un ex ministro socialista dijo que las madres que tienen hijos homosexuales los meten en el carrera diplomática para que se vayan lejos y no verlos, ni tenerlos cerca.
El socialista ha pedido excusas, pero no hemos oído a Zerolo, ni a su tropa de inquisidores arco iris, decir ni pío, ni esta boca es mía, ni este ex ministro socialista no es mi madre. Y es que se conoce que la sinceridad no está bien vista en política, por lo visto, aunque si entre la ciudadanía, a lo que se ve, porque la chica de la foto, por ejemplo, es muy sincera y en plena calle lo anuncia en sus bragas. "Fuck me", es decir, "fóllame". En inglés y en roman paladino. Para que nos vayamos entendiendo y que se enteren los políticos de que hay que ir con la verdad por delante. Por la braga, mismamente.

Mobusi