Antonio F. Marín: Almudena Grandes; la putorra y el cornudo

27 de noviembre de 2008

Almudena Grandes; la putorra y el cornudo

La escritora Almudena Grandes revelaba el otro día en El País que las monjas que se encontraban a los milicianos en la República, podrían sentir placer al ser violadas, según los escritos de la monja Maravillas. "¿Imaginan el goce que sentiría (la monja Maravillas) al caer en manos de una patrulla de milicianos jóvenes, armados y -¡mmmmm!- sudorosos?".

Eso se pregunta la feminista haciendo apología de la violación, es decir, sugiriendo que las monjas violadas lo que sentían era mucho gusto, que es la excusa que ponen todos los violadores para hacer sus fechorías. "En el fondo a las mujeres les gustan que las violen", nos viene a decir. Es el mismo argumento de los violadores, ya digo, y
la chica progre ha caído en el más viejo, rancio y casposo machismo español.

Antonio Muñoz Molina escribió al día siguiente una carta al director en la que comentaba que no hace falta imaginar lo que sintieron, en los meses atroces del principio de la guerra, "millares de personas al caer en manos de pandillas de milicianos, armados y casi siempre jóvenes, aunque tal vez no siempre sudorosos". Y añadía que cuando se lee artículos como el de Almudena "y de tantos otros que por un lado o por otro parecen empeñados en revivir las peores intransigencias de otros tiempos, algunas personas nos sentimos cada vez más extrañas en nuestro propio país".

Eso escribe Muñoz Molina porque él es muy fino y educado. Muy diplomático, pero con los cerriles burriciegos no se puede templar gaitas, por su propia mesmedad, y sólo hay que hacerles ver lo cerriles que son con su propia lavativa, es decir, con ejemplos como a los tontos, a los políticos, a los periodistas y a los niños. Porque, ¿se imagina Almudena Grandes el goce que sentiría yo si a ella la violaran los seguidores de Pinochet, mientras ella se corre de gusto a la pata abajo como una guarra?

No, esto no. Mejor esto otro: ¿Se imagina Almudena Grandes el goce que sentiría yo si a ella, como buen putón verbenero, le rompiera el culo un negro mientras el cornudo de su marido mira como se la follan y le lame los huevos al negro para darle las gracias por follarse a su mujer y por hacerlo cornudo? ¿Se lo imagina ella?...
Yo sí. Y tengo la polla dura.

Mobusi