Antonio F. Marín: Hacer el amor en lugares prohibidos

19 de enero de 2009

Hacer el amor en lugares prohibidos

"Habrá frustraciones y decepciones", ha advertido Obama antes de tomar posesión de su cargo. Un alegato cenizo y antipatriota porque se conoce que todavía no se ha enterado, de parte de nuestro líder, de que el pesimismo no crea puestos de trabajo. En dos tardes Zapatero le enseña cómo prometer pleno empleo y cómo jugar en la chanspions lee para que deje de ser "un cenizo", según la doctrina del insigne Pepiño Blanco.

Pero eso será en Estados Unidos, en la toma de posesión del nuevo presidente, porque el Banco de España ha asomado la patita por esta corrala y le ha pedido a la banca "abstinencia en los beneficios", que es como pedirle a un alcohólico que no beba o a un drogadicto que no esnife. Les ha pedido que tomen beneficios sin alcohol, animalicos, por aquello de que
estamos en recesión, en la peor recesión que se conoce en España desde hace más de 50 años, coincidiendo con los políticos más incompetentes del último siglo.

Aviados vamos. Y lo mejor entonces sería tomarnos la vida a chacota porque no hay mal que cien años dure, eso dicen, ni políticos incompetentes que se perpetúen. La nada no es eterna y la naturaleza propende a llenar el vacío.

Así que será mejor sustraerse de la cruda realidad tomándonos la vida a chunga, ya digo, porque también hemos sabido que la fantasía preferida de los españoles es hacer el amor en lugares prohibidos, eso dicen, y puede que sea así porque la mía es meterle mano a la novia mientras cenas con sus padres. Esa era al menos mi fantasía de juventud, porque ahora que he madurado me gusta más meterle mano mientras prepara la cena. Me estoy haciendo viejo. Y conservador.

Mobusi