Aumentan las suspensiones de pagos y el paro ha alcanzado los tres millones, pero las monterías de caza continúan celebrándose a razón de 6.000 euros la excursión por el coto más barata. Unos datos que indican que los de siempre siguen como siempre y los de siempre, siguen jodidos como siempre, porque las medidas aprobadas por el Gobierno para ayudar a la banca y reactivar la economía, no llegan a las familias ni a las empresas, según ha reconocido el propio presidente.
Así que sólo nos queda el consuelo de reactivar otras medidas para solventar la crisis como buscar reparo en la poesía, y en las lolitas empitonadas, las que nos marcan con los “pitones de punta bajo el albornoz de una mulata” (Alberti). Una lolita que es lolita aunque no se le vea la cara. No es menester, ni hace falta.