Pero mientras estoy así ofrecida quiero recordarte, una vez más, que soy tu puta sumisa, que tú eres el capricho y yo soy la que los satisface, que tú eres arbitrario, injusto y que pese a todo te seguiré amando, porque cuanto más injusto seas más me demostrarás que soy tuya. Sé que podrás azotarme el culo con una correa por capricho, para distraerte, porque se te antoja o para divertirte delante
de tus amigos. Y sé que yo gozaré con ello porque mi dolor es tu placer y porque tu posesión sobre te enaltece, te engrandece y te hace aún más atractivo para mí y para otras mujeres.
Hoy sólo quiero recordarte que te quiero con toda mi alma.
Y te suplico que no escatimes esfuerzos por hacerme cada día más sumisa a ti. Te lo suplico una vez más, Mi Amo.
Tu puta sumisa.
Texto del blog Sumisa O
