6 de marzo de 2009
La selección natural de los ojos azules
Una clínica de Estados Unidos facilita que los padres puedan elegir el color de los ojos de su hijo, o el color del pelo, en una especie de ingeniería genética que podría llevarnos a buscar la perfección, el hombre nuevo, que no quiso hacer Dios, el muy chapuzas, y que nosotros le vamos a enmendar. Menudos somos cuando nos ponemos a corregir a Dios y la naturaleza. Un gran avance, desde luego, que ya intentó Hitler cuando los quiso a todos arios, con pelo rubio y piel blanca, como algunos
las queremos morenazas y con los pezones oscuros. Por pedir que no quede.
Aunque esto de seleccionar el tamaño de la polla, y el color de los ojos, tiene sus ventajas porque en Sudáfrica una pareja blanca podrá encargarse un hijo de color negro para mimetizarse en el paisaje y pasar desapercibido, es decir, adaptarse al medio. Y en Occidente una pareja negra podrá tener un hijo blanco que supere los problemas de discriminación.
Pero no todo queda ahí, señores, no se vayan todavía porque tenemos más: los gitanos podrán tener hijos sin buenos principios, los chinos altos y de color blanco y los mongoles sin los ojos rasgados. Podremos uniformarnos en la belleza y ya sólo serán feos los pobres, que no podrán pagarse la destilería racial reserva de 8 años. Seguimos progresando. Trabajamos por usted. Perdonen las molestias.