Nos amenazan con Aznar, con el tío del saco, porque nos creen idiotas o infatiloides como su presidente, Zapatero, que siempre caga en el baño de Pablito mientras que con la otra mano, con la derecha, recorta los gastos sociales que debe de ser por aquéllo tan evangélico de que lo que hace una mano no lo sepa la otra.
O algo de este jaez, porque caminito de los cinco millones de parados, del pleno parado empleo, y a expensas de la pedrea que el presidente nos ofrezca en el Estado de la Nación donde tanto el partido del Gobierno como de la oposición competirán por ver quién de los dos es más nefando, hemos sabido que nuestro prohombre rebaja los gastos sociales y además
se compromete a ajustarle las cuentas a la banca, digo, a los internautas para complacer a los americanos.
Un Bienvenido míster Marshall en reedición cursiprogre para tenerlos contentos, porque según El País "Estados Unidos abronca a España por pirata", y se nos han acojonado, se les han puesto los ideales por corbata y temen a los Estados Unidos porque eso de ser independientes del Imperio pasó a la historia, ya no está Bush, y ahora es licito prosternarse ante los americanos y volverse manso y sumiso. Estados Unidos lo exige, nos vienen a decir, y nosotros no podemos hacer nada. Quién te ha visto y quién te ve, Maribel.
Cómo cambian las cosas en pocos meses, oye, porque aquella gallardía que demostró nuestro benemérito para no ponerse de pie ante la bandera norteamericana ya no cuenta, borrón y cuenta nueva, y ahora lo que mola mogollón de progre es arrodillarse genuflexo y lamerón ante esa misma bandera pues después de todo si llevamos a Obama en el vídeo electoral, hemos de dejar que nos dictamine qué es bueno y que es malo para su industria.
Zapatero se ha caído del caballo camino de Washington y usa vídeos del presidente de Estados Unidos para su campaña electoral, sin sonrojo alguno, porque creo recordar que es el primer "rojo justiciero" que se vale la imagen del presidente imperialista. Se conoce que de lo rojo, y justiciero, está de capa caída, de rebajas y a lo mejor es por la crisis que nos hace recurrir a las medidas suelas y las mondas de patatas para un pucherito electoral que nos caliente la campaña.
