No es un desdoro reconocerlo y más a esa edad, aunque algunos quieran ocultarlo como el nuevo ministro de Educación, Ángel Gabilondo, que fue fraile catequista (ya tadullito) antes que ministro, y ha tratado de ocultárnoslo en su currículo del ministerio y de la agencia EFE, además de rectificar la Wikipedia para ocultarlo. Porque la wiki explicaba con detalle que había sido fraile y cura, y a los pocos días fue convenientemente borrada
y manipulada para ocultarlo y dejar sólo constancia de que "ingresó en la congregación del Sagrado Corazón y dio clases en diversos colegios de los corazonistas".
Omiten que fue cura y fraile, porque eso de "ingresar" lo ponen como si hubiera ingresado en una asociación de filatelia y nuestro hombre, hermano del comecuras Iñaki Gabilondo, no ingresó, qué va, pues profesó y bien profesado, que obviamente no es lo mismo, porque escribió incluso un catecismo y todo, "Enséñanos a amar", que es una ocupación que a mí jamás se me habría ocurrido porque cuando él escribía prontuarios religiosos, yo andaba pensando en tías buenas, coños y culos. Y haciéndome pajas, aunque fuera pecado y me salieran granos, que me salieron.
Por aquellos tiempos, Enric Sopena, otro que tal baila, andada metido en el Opus Dei y ahora también reniega y despotrica, pues ya sabemos que no hay nada peor que un cura renegao con la fe del converso ateo. No pasa nada, chicos, que el ex franquista Juan Luis Cebrían ha confesado que le hubiera gustados ser cura.
Así que tranqui, ministro, que yo he sido monaguillo, he estado muchos años en la OJE y estoy orgulloso de ambas cosas. No me escondo ni he roto las fotos. Las guardo con mucho cariño, aunque en ellas aparezcan muchos izquierdistas con camisa azul. No pasa nada, ya digo. Estoy orgulloso de haber sido monaguillo, de haber cantado en una escolanía y de haber pertenecido a la OJE hasta los 15 años, que fue cuando me echaron. Pero allí se quedaron algunos que ahora son progresistas de pro y a mucha honra. No pasa nada, insisto. Pelillos a la mar.
