La fuerza y determinación con la que me mueve, hacen que no pueda luchar contra ese poder que toma mi voluntad por completo. Así, que me diga que va a hacerme su esclava o cualquier otra cosa, es algo que no puedo evitar. Me da algo de miedo la idea, incertidumbre... pero es algo que ya no puedo decidir.
Sentirme suya hace que se me llene el cuerpo de placer, que mi rajita se moje deseándolo en todo momento, que mis pechos endurezcan esperando sus pinzas, puedo
hasta cerrar los ojos y ver como va avanzando dentro de mi cuerpo penetrándolo..me excita.. es mi alma teniendo sexo...mi naturaleza explotando, el gigante despertando..
Lo que noto es que paulatinamente quiero mas...entregar mas de mis cosas en sus manos, que se cumpla eso que dice de no "quede nada en mi sin que Usted participe de ello". Me encanta por ejemplo, saber que para tener sexo con Usted tenga que pedir su autorización. Esto es algo que ademas de sentirlo bastante humillante, me llena de vergüenza. El solo imaginar que algún día puedo tener que enfrentar esa situación.. confesarle un deseo tan intimo me inunda de placer.
Quiero que me pida más.. ¿o soy yo quien debo ofrecer?
Texto del blog Historia de una sumisa
