Las míticas suecas podrán hacer topless en las piscinas tras una lucha reivindicativa de las feministas nórdicas. Feministas suecas, se entiende, porque las feministas murcianas, por ejemplo, van más por lo decente Ripalda y no quieren que se enseñen las tetas en los carnavales pues por aquí todavía tira mucho la levita, el sostén y el refajo agropecuario.
Pero creíamos que las suecas eran lo más chahi pirulis de la vanguardia desinhibida o eso nos habían contado los landistas de los años 70, y resulta que allí han tenido que luchar para conseguir algo que en nuestras playas es ya común desde hace años sin que nadie se rasgue el viso, ni a nadie se le ponga la polla dura. Y no nos referimos a las "playas familiares" del Mar Menor, sino a la costa
normal del mediterráneo e islas como Formentera donde se puede hacer nudismo libremente mientras al lado se sienta una señora con bañador de una pieza. Y de eso hace ya algunos años, por 1988, a lo menos, que es cuando uno lo comprobó en propia carne, entonces, ya digo, que ahora no sabemos cómo andará el cotarro.
