Nosotros, los de fuera y lo universal

Fernando Alonso ha fichado por Ferrari y uno siente por fin una sensación de plácido bienestar, de paz interior y sosegado equilibrio que jamás hasta ahora había sentido. Ya puedo morirme en paz porque lo dejo todo atado y bien atado. Y como el muchacho es español, se nos debe henchir el corazón con el orgullo patrio, eso nos encomiendan, porque hace poco veíamos un anuncio en la Televisión Española que nos venía a revelar (oh cielos, que ignorantes semos), que las series americanas no reflejan lo nuestro, nuestra forma de ser, nuestro presente, cómo somos y cómo hemos de retratarnos.

Y es cierto, pero Dostoievski escribía de la sociedad rusa que tampoco nos refleja, Joyce trataba de la sociedad irlandesa, Proust retrataba a la burguesía y la aristocracia francesa de principios del siglo XX y Faulkner el profundo Sur norteamericano. Por poner algunos ejemplos. Así que no conviene leerlos, para no contaminarlos y mantener la pureza castiza española con la sectaria mala baba de Juan José Millas que, efectivamente,

representa a la sociedad actual, a la España chula, flamenca, bravucona, sectaria y comecuras. O con el cine del especulador millonario Almodóvar que nos representa como en una calcomanía con su peculiar españolada castiza en el que hasta el butanero es travestí o maricón.

O con las obras del exfranquista Antonio Gala, la Corín Tellado para gays (multipremiado y pagado por el dictador), y que ahora nos viene con el rollito de que es "demócrata de toda la vida"cuando cobraba del dictador (mientras éste fusilaba), y el rodrigón cursiprogre ponía la mano, callaba y grababa programas de televisión. Y en este plan. Aunque a lo mejor lo que mejor nos refleja son las torrentadas de Santiago Segura, qué casualidad.