Antonio F. Marín: Pecados

16 de diciembre de 2009

Pecados

La saharaui Haidar seguía el miércoles en huelga de hambre para reclamar que la dejen volver a su país sin tener que firmar que es marroquí, cuando es saharaui. Y estaba dispuesta a morir por ello, a ser mártir de una causa que hasta hace poco también era la de la izquierda. Ahora lo que mola es no molestar al sultán Mohamed.

Y también hemos sabido que los de Al Qaeda han reivindicado el secuestro de los cooperantes españoles en Mauritania, porque se conoce que al desierto no les ha llegado la buena nueva de la Alianza de Civilizaciones y demás picatostes de la unión de lazos entrañables. Que no se han enterado de que Aznar ya no Gobierna y que ahora no toca secuestrar españoles porque tenemos un presidente que está enfrascado con Obama en un ‘acontecimiento interplanetario’.

Como las miembras del Instituto de la Mujer que han expedientado a una lencería de Jaén por lucir en el escaparate a una modelo en ropa interior. Multa por sexista. Así que la dueña se ha mosqueado, ha cogido a dos chicos y los ha colocado al lado de la chica, también en ropa interior, a ver si

tienen arrestos, digo, cojones, para que el Instituto del Hombre le abra un expediente. No lo han abierto, claro, pero eso de andar con la brocha censora frente a los escaparates, huele a sacristía del Palmar de Troya o a la Liga de la Moral y la Decencia que en el Oeste americano se plantaba delante del cabaret para prohibir los bailes, los ligueros y las medias pecaminosas con rejilla.

Porque el Instituto de la Mujer tampoco ha hecho mención al acontecimiento liberador de ver a dos mujeres tirándose de los pelos por un macho (y llamándose zorras), en el GH televisivo de la feminista Mercedes Milá. Seguimos progresando. Perdonen las molestias Aunque en Cieza reculemos, va de suyo, porque la derecha local no atina con el problema de los malos olores y el desbordamiento del colector de Ascoy.

Quizás deberían encargar un estudio a la NASA o pedir socorro al Instituto Tecnológico de Massachusetts, pues tampoco se explica que sean incapaces de abrir más salas de estudio (como piden los estudiantes), porque la biblioteca del Convento se encuentra desbordada. No tiene que ser difícil y a lo mejor es posible incluso que no haya que hacer ningún cursillo, ni obtener créditos para lograrlo; aunque dice la Wiki que «un crédito es una unidad de medida de la dificultad de una asignatura universitaria». Y parece que esta tropa pepera no tiene ningún crédito.

Aunque acierten en otros ministerios, oye, porque dicen que van a sustituir las cañas del río por juncos, aneas y sauces. Uno recuerda haber visto juncos y aneas (y sus puros), pero de eso hace millones de años porque las cañas siempre han estado ahí y la alta sociedad ciezana solía invitar a ‘ir a los cañaverales’ cuando no teníamos coches con asiento trasero y en los hoteles no te dejaban entrar sin libro de familia. Ahora no sabemos qué hace la juventud, pero se supone que ya no van ‘a los cañaverales’ porque se están perdiendo las tradiciones, y yo no sé adónde vamos a ir a parar.
(Columna publicada en el semanario de papel El Mirador de Cieza)

Mobusi