Antonio F. Marín: Fronteras

19 de abril de 2010

Fronteras

‘¿Para qué sirven las fronteras?’, se preguntaba el otro día el diario El País. Y no lo sabemos, he ahí la cuestión, chespir, pero si sabemos de un presunto socialista de Castilla la Mancha que suele agarrar el lápiz para amojonar las lindes. Lo llaman Barreda y ha conseguido la propiedad sobre el agua para él y los de su finca.

Sólo de los de este lado de la frontera, nos ha advertido el sheriff del río Pecos, que también ahorcará a los forasteros que abreven río abajo porque se conoce que es muy progre suprimir las lindes, animar la inmigración sin fronteras siempre y cuando no lleven un caldero con agua del Tajo. Pasan los inmigrantes, pero el agua se queda, aunque lleve papeles. Ahí hay frontera y peaje.

Así que todos han votado a favor (o se han abstenido) en la ponencia del Estatuto que ha aprobado el cierre del Trasvase, por falta de existencias. Sólo se ha opuesto Rosa Díez porque parece que no le importa perder votos en la Mancha, como le ocurre al populoso Rajoy que codicia poder colar a la Cospedal en la presidencia manchega porque en Murcia ya no puede repelar más votos y ahora piensa recaudarlos en la Mancha, donde ancha es Castilla. Tan ancha que

Zapatero, nuestro Salvador, quiere hacer lo propio con Barreda para que no pierda el poder merced a la ‘guerra del agua’ en la que es muy apañado, pues gracias a ella revocó el trasvase del Ebro y se repanchingó en la poltrona.

Y Barreda lo imita pues sabe que los socialistas catalanes y aragoneses ganaron las elecciones enarbolando las escrituras notariales del agua y trazando fronteras para el agua sin papeles. O con papeles. Les da igual. Todo por el poder, por un puñado de dólares, digo de votos, para proteger los intereses partidarios de su O.K. Corral y que el agua de este lado ni se toque, ni se preste, ni se venda.

A partir de ahora ya sabemos que aquí mandan los caciques regionales que dicen no a los trasvases (para el Sur), pero aprueban otros para Tarragona porque se conoce que hay trasvases buenos y trasvases malos. Eso parece. Porque el que se aprobó para Cataluña sin que nadie chistara, no era un trasvase, según ellos, sino una ‘aportación momentánea de agua’ que es lo que le decía uno a las madres de las novias cuando nos pillaban en el asunto: ‘Esto que ve usted no es lo que imagina, malpensada, sino una aportación momentánea de sexo’.

Porque como dice mi peluquero Pacocho, éste es un país de ‘pandereta y eslóganes’ (igualdad, solidaridad, etc), en el que al menos hemos descubierto algo de dignidad en el socialista Fuentes Zorita, que ha dimitido de la presidencia de la Confederación, con un par. Ya nos dijo Zapatero que ‘la tierra es del viento’ (está anotada en el Registro de la Propiedad). Y el agua del que se la apropia como en el viejo Oeste porque donde bebe mi ganado no abreva el tuyo, forastero. ¿Para qué sirven las fronteras?, se preguntan en El País. Pues para esto, prendas, para trazar rayas en el agua.

(Columna publicada en el semanario de papel El Mirador de Cieza)

Mobusi