Antonio F. Marín: Spain

12 de abril de 2010

Spain


Los peritos sexólogos andan cavilando sobre si es mejor practicar el sexo con luz o a oscuras. Aunque suponemos que eso dependerá de dónde esté su novio. O si lo haces de noche en una tienda de campaña, por ejemplo. Una claridad que no vemos en el PP, por cierto, donde las revelaciones de la trama corrupta vienen con tufo a sobornos, dádivas y untadas. ‘ Viajes, trajes, relojes de lujo, joyas y máquinas para contar los billetes’, leemos en la prensa. No sabemos si esta canalla financiaba al PP pero ha quedado acreditado que su tesorero cobró 1,3 millones de los mangantes y ha seguido

como senador y con despacho en el partido. Y Rajoy no dimite. Y eso no es todo, tenemos más, porque la izquierda ha estado años gobernando en Mallorca con una María Antonia Munar que se llevó las perras delante de sus napias sin que ellos la piaran.

Otros que, como Rajoy, no sabían nada porque también pasaban por allí. Todo un ejemplar retablo de la España mangante, cacique y cabildera que no acabará hasta que los españoles adecentemos la democracia negándonos a votar tapándonos la nariz (como hasta ahora), para votar en blanco y darles con el sobre en los morros.

Aunque no todos los políticos son iguales, es cierto. Los hay honrados, como José Bono (el católico liberador de los pobres), que le ha comprado a su hijo de 20 años un piso de lujo valorado en un millón de euros. Un pisazo en el Madrid de los Austrias que pasará por el ojo de la aguja aunque tenga que hacer palanca, o lo que haga falta, para dar ejemplo a los 4 millones de parados que sudan para pagar el alquiler en las afueras.

No todos los políticos son iguales es cierto, pero lo parecen o nos lo parecen, pues son nuestro tercer problema, según todas las encuestas. Aunque quizás uno esté ya muy mayor y se espante por todo, verdad usted, porque los amigos de la chica asesinada en Seseña nos han confiado que quedar con otros para pegarse es bastante común entre ellos. ¿Bastante común?...¿cómo ‘Duelo al sol’?

Uno creía que estas cosas habían quedado apestilladas en el siglo XV cuando los duelos de honor y bragueta, pero se conoce que la España inmemorial no descansa y vuelve para restañar honores, honras y orgullos humillados por un quítame este novio o un aparcamiento de la moto. En mi época no nos citábamos para pegarnos. Nos pegábamos en el acto, sin demoras o recargos en el trámite burocrático. Pero entonces no teníamos educación y además andábamos ayunos de democracia porque la democracia era esto, ya digo, y nosotros sin saberlo.

Será mejor entonces volver al estudio sexológico del principio para saber si es mejor practicar el sexo a oscuras o con la luz encendida, según la tribulación de los expertos. Y probablemente sea más correcto hacerlo con luz y taquígrafos, aunque no se pueda echar un polvo en el Parlamento. Y eso que algunos dicen que es una casa de putas. Qué exagerados.

(Columna publicada en el semanario de papel El Mirador de Cieza)

Mobusi