Antonio F. Marín: De nuevo, 'A los pies de Omphalos'

10 de septiembre de 2010

De nuevo, 'A los pies de Omphalos'

No era difícil pensar que pronto sería imposible dar marcha atrás. La sumisión de Luc había depositado en Matilde el germen de un apetito de poder que sólo pedía fortalecerse y desarrollarse. Era previsible que Matilde, ahora que la había probado, no prescindiera fácilmente de esa veneración de la que era objeto por parte de Luc, ni renunciaría de buen grado al amable desquite que se le había propuesto.

Por su parte, Luc, aunque tan lúcido como era, evitaba hacer su propia crítica sobre el poder que ella había adquirido sobre él, contentándose con experimentar un placer que se negaba a analizar. Matilde había colocado sobre su cabeza el cojín que se les pone a los bueyes antes de uncirlos al yugo. Y él estaba encantado, aunque no lo reconociera.

Texto de la novela "A los pies de Omphalos".
Henri Raynal. Ed. Tusquets

Mobusi