Antonio F. Marín: Si la cosa funciona: topicazos a porillo

9 de septiembre de 2010

Si la cosa funciona: topicazos a porillo

Woody Allen es un genial director de cine que ha filmado varias obras maestras, y que además es adorado por la cursiprogresía aunque en sus películas jamás ha metido ni un solo pobre y todas sus tramas van sobre gente burguesa adinerada.

"Si la cosa funciona" es la última película que acabo de ver porque suelo dejar pasar el tiempo para que reposen, antes de verlas. Había leído que sus últimas películas andaban flojitas y que su vuelta a Nueva York nos había traído al Allen de siempre, al genuino. Por los cojones. Nunca había visto una obra suya tan mala. Creo que es la peor, y eso que no he visto la que rodó en Barcelona.

"Si la cosa funciona", no funciona porque es una peli mala, pesada, previsible y arquetípica. Parece un guiñol con unos protas muy buenos y otros muy malos, a los que él ilumina y los convierte a la buena fe, como si fuera un misionero con los negritos. El que fuera genial Wooy Allen se ha convertido en un cursi redentor de gente

equivocada que no es feliz porque todavía no lo han conocido a él y no han recibido su apostolado. Consigue incluso que una puritana paleta de provincias sea una genial fotógrafo que se dedica a hacer tríos Y que su marido, un integrista cristiano, se convierta en homosexual de la noche a la mañana.

Es todo tan patético que da risa, pero de lo malo que es el guión. Al final todos se convierten y bautizan, pero al revés. Y todos son felices en una dicha empalagosa y azuracadas próxima a la diabetes. Una de sus "genialidades" consiste en decir que "pese a que ha llegado un negro a la casa Blanca, sigue sin encontrar aparecimiento en Nueva York". Mortal de necesidad. O cuando critica a Capra y su "Qué bello es vivir" porque según él, el angelito podría salvar a un pirómano y no todos merecen salvarse, por su pasado. Es lo que diría un ultraderechista que vota a Bush.

Hace años que no da pie con bola. Comparar "Si la cosa funciona", su último panfleto, con "Desmontando a Harry" o "Delitos y faltas", que son geniales y de corte existencial, es como comparar a Corín Tellado con Joyce o Thomas Man. Pobre Woody. La vejez no perdona. Y lo sentimos porque ya ni se asoma a Bergman, su ídolo, que jamás cayó en los topicazos y presentaba la duda existencial como principio, pero sin señalar ni buenos ni malos. Era demasiado inteligente para eso y para meter finales felices, como el de Allen, que parece sacado de Mujercitas, pero en cursiprogre. En esta peli de Allen al final los protas si son felices y comen perdices.

Lo mejor: la interpretación de Larry David.
Lo peor: Todo lo demás.

Y la próxima semana: "El secreto de tus ojos"; una preciosa historia de amor contada con sensibilidad y buen gusto, además de ofrecer una trama muy bien trenzada.

Mobusi