Antonio F. Marín: Ricos Hood

11 de septiembre de 2011

Ricos Hood

A vueltas con la crisis, ahora resulta que hasta los millonarios franceses quieren que les suban los impuestos. Es lógico. Yo también quiero ser millonario para pagar más impuestos. Y para «olvidarme de los amigos» (Ilegales). Así que me ofrezco voluntario para cargar con ese pesado fardo. ¿Dónde dice usted que hay que apuntarse?

Porque el otro arreglo sería pillar a una millonaria, pero es que olismeando por ahí he verificado que no se prodigan. He mirado hacia los balcones por si en vez de «se alquila» me topo con un «millonaria, se ofrece», pero por ahora mis esfuerzos han sido baldíos. Quizás tenga más éxito con un millonario, gentilhombre, como el cantante Joaquín Sabina que nos ha confiado en Público que va a vigilar la campaña electoral, muy atento al PP por si vuelve la Cospedal con la mantilla y teja, «como en los oscuros años de mi infancia».

Pero no nos hace falta rascar en el baúl de la Piqué para comprobar que esos siniestros tiempos y el minarete cutre y machista, sigue hincado en la espada del Cid y en la voz aterciopelada de este coplista que ha confesado en su libro ‘En carne viva’ sus gustos por

las féminas: Las prefiere con alta rentabilidad, sin gastos ni comisiones y con total disponibilidad. «El último punto me emociona especialmente» -añade el muchacho- . «Total disponibilidad me parece una cosa maravillosa».

El rapsoda Asurancetúrix considera a la mujer como una farmacia de guardia siempre disponible para su uso y disfrute. Uno prefiere a una Cospedal (madre soltera, con mantilla y teja), que a un rijoso machista que quiere a la mujer para usarla a su capricho. Porque ni el más pedestre de los chuloputas grasientos osaría tamaña machada (en un país normalito), sin que el Instituto de la Mujer dijera un algo. Pero, ojo, cuidadín: Sabina es el Omar Mustafá de las feministas, en el ojal, como la folletinera Almudena Grandes que, con sospecho gozo, disfrutó en El País al recordar cómo los milicianos violaban a las monjitas.

Así que tienen plácet y bula para manejarse en el mejor estilo del señorito chulo, flamenco y bravucón de la España inmortal, casposa, castiza y olé, que no se limpia ni con el zotal de la democracia. Y los dinosaurios siguen ahí, como con Monterroso.

Como Mariano Rajoy y González Pons, por cierto, que aseguran que no le van a subir los impuestos a los ricos, pero, ojo al parche, les van a sugerir que se ofrezcan voluntarios para que se los suban. Que den un paso al frente los voluntarios que quieran pagar más impuestos. Va a crear el pelotón de los Ricos Hood, por voluntad propia, como si fueran «las chicas de la Cruz Roja» con Concha Velasco de abanderada.

Así que estos ricachones y grandes empresas que en 2010 evadieron al fisco 42.711 millones (un 71.8% del total), no sólo que ya no trampearán más sus cuentas, sino que se van a a agolpar en las colas frente a Hacienda para exigir pagar más y que les aumenten el rácano 1% que pagan por sus fondos Sicav, que es donde de verdad esconden su dinero. Y probablemente habrá que llamar a los antidisturbios para disolverlos de las puertas de Hacienda.

Mobusi