Antonio F. Marín: Valium

4 de septiembre de 2011

Valium


Estábamos tan acostumbrados a que los dictadores se nos murieran en la cama coleando y fusilando, que hemos visto pasmados como otros pueblos han derrocado tres dictaduras en cabeza ajena (como la de Gadafi), mientras que nosotros, que siempre fuimos ‘demócratas de toda la vida’, tuvimos que esperar a que el nuestro anduviera bajo la losa.

A ver si se lo llevan, por cierto, los mismos que ahora nos recetan Valium, por la crisis, cuando el jarabe sabe a remedio de la abuela: si no debes no te persigue ningún deudor, ni te ‘atacan’ los mercados pidiéndote más interés porque eres un puto moroso que despilfarra y no tiene ni para pagar las medicinas. Es lo que les ha pasado

a los españoles con escorbuto intelectual; que han alardeado de tener más kilómetros de AVE que Alemania y Estados Unidos y ahora no nos fía ni el tendero de la esquina aunque le demos un 6% de interés.

Alemania tiene parte de culpa al negarse a emitir ‘bonos europeos’, pero es que dos de cada tres alemanes están cansados del euro si consideramos que ‘los mercados’ son los fondos de pensiones de una charcutera de Hamburgo que invierte en nuestras deudas y que está acojonada por si no cobra su pensión. O el fondo soberano de los comunista chinos que tiene comprada la cuarta parte de nuestras púas. La culpa es pues del empedrado, ya se sabe. 

Es el Valium de los tontos; una pócima que evita preguntarse por qué los mercados se ceban con 5 de 27 países y no lo hacen con Noruega, Suecia, Finlandia u Holanda, que también son europeos. Todos éstos de raíz protestante, por cierto, y no de la Europa católica de «no te afanes por qué has de comer, porque Dios le da de comer a los pajaritos». Éste parece ser el lema de los indignados de la Puerta del Sol, cambiando a Dios por el Estado.

Ahora se han impuestos limitar el gasto en la Constitución, que no está mal pues siempre ha sido encomiable que los ludópatas se apunten a la lista negra para que no les dejen entrar en el bingo. Aunque con cierta flexibilidad, porque no se trata recortarlo en Sanidad o Educación, sino de evitar que un Gobierno pinturero, manirroto y populista, se entrampe para construir millonarios aeropuertos sin aviones (Ciudad Real y Castellón) o se gaste 18.000 euros diarios en un Ave para 9 viajeros. Y que luego haya que recortar las pensiones y alargar la jubilación, como ya ha ocurrido. Se trata de que a cada político se le valore por la gestión de lo que ha conseguido y no por lo que ha prometido entrampándose a cuenta de futuros campos de golf (Tamayo, el pepero de Cieza).

Es lo que pretende la reforma. Lo hacen obligados por el BCE (que a cambio está comprando nuestra deuda), porque los germanos están hastiados de tener que financiarnos. Es el trabajo calvinista del día a día frente al mediterráneo ‘vuelva usted mañana’. Se trata de proteger el Estado del Bienestar de los golfos morosos que ahora nos venden el Valium de los necios : Ciudad Real ya tiene aeropuerto internacional (sin aviones). Pero no tenemos ni para medicinas. Usted mismo.

Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza

Mobusi