Antonio F. Marín: Humano

24 de diciembre de 2011

Humano

«Es el silencio de Dios, acuérdate de Bergman. Es su gran pregunta. Como en Esperando a Godot, no viene, pero, ¿y si Dios nos está esperando?» Esta es la cuestión que se plantea Elena Asins, premio nacional de Artes Plásticas, y la que nos venimos cuestionando los demás desde hace siglos, desde que bajamos del árbol y comprendimos que no todo consiste en olerle el sexo a la primera perra que pase. 

Una pregunta ontológica  que podríamos hacernos ahora que viene la Navidad, pagana, alentada desde la propia Iglesia a tenor del último libro del cura José Antonio Pagola, en el que aboga  por el ‘regalo del perdón sin arrepentimiento’, cuando  eso ya lo inventaron  los   curas que le daban  al dictador Pinochet  la comunión, una y otra vez . Y sin  arrepentimiento.  

La obra quiere descubrirnos  un Jesús humano como si no supiéramos   que  era tan humano que incluso cagaba, meaba  y  se limpiaba el culo con una piedra. Un dato que no sabemos por  ‘criterios de historicidad’  sino  porque  no podía ir a  cagar   al baño de Pablito. Y en cuclillas, aunque
obviamente no salga en las procesiones de Semana Santa pues Salzillo andaba en otros pasos.

 Porque  es obvio  que Jesús era humano. Tan humano que hasta  le echó una bronca a una higuera  porque no le dio fruto,   pese a que la pobre planta no estaba en época de darlos. Se cabreó con ella, la maldijo, la secó  y no le metió fuego de puro milagro. (Marcos 11.12-14, 20-26). Más que humano lo que parecía era   ciezano.

Puede que Pagola nos quiera hacer ver  que  Jesús  se entregó para crear el ‘Reino de Dios’ en la Tierra,  pero eso también  lo suscribió el ateo Nietzsche en  Zaratrusta:  «Mas nosotros no queremos entrar en modo alguno en el reino de los cielos: nos hemos hecho hombres y por eso queremos el reino de la tierra».  Así que para disfrutar  el ‘reino en la tierra’ no era menester que Jesús  viniera y pasara las de Caín. Sólo tendría que haberse  suscrito a los cuadernos de  Nietzsche o los del Che Guevara.

Aunque a Pagola se  le  ha olvidado un detalle:  Jesús era un  ‘revolucionario’ de mucho cuidado que nos dijo  que el que ‘mira a una mujer casada excitando su deseo por ella, ya ha cometido adulterio’  (Mateo 5.28).   ¿Qué opinaría del aborto un tipo que  dice que es pecado mirarle el culo a la mujer del vecino?...

El autor pone en cuestión la resurrección  como ‘hecho histórico’ y tiene razón  ya que Jesucristo no fue al programa ‘Sálvame’  para aparecerse a Jorge Javier Vázquez.  Aunque nos prometió que en la casa del Padre había muchas habitaciones disponibles y que Él se iba a prepararlas (Juan 14.1-4). O te lo crees o no te lo crees, pero no esperes que Jesús resucite  ante Belén Esteban. 

Así que  algunos curas podrán decir misa, pero si a Jesucristo le relativizas la divinidad y la resurrección, nos  queda  un  chico muy simpático  que perdonaba las púas,    le tenía manía a las higueras y quería el ‘reino en la tierra’ como Nietzsche.  Y entonces no sé qué coño pintamos los demás en el convento.   Podemos hacernos del Che Guevara que además te permitía folgar a manta. Un chollo.  Feliz Navidad a todos los divinos.

Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza

Mobusi