«Es el silencio de Dios, acuérdate de Bergman. Es su gran pregunta. Como en Esperando a Godot, no viene, pero, ¿y si Dios nos está esperando?» Esta es la cuestión que se plantea Elena Asins, premio nacional de Artes Plásticas, y la que nos venimos cuestionando los demás desde hace siglos, desde que bajamos del árbol y comprendimos que no todo consiste en olerle el sexo a la primera perra que pase.
Una pregunta ontológica que podríamos hacernos ahora que viene la Navidad, pagana, alentada desde la propia Iglesia a tenor del último libro del cura José Antonio Pagola, en el que aboga por el ‘regalo del perdón sin arrepentimiento’, cuando eso ya lo inventaron los curas que le daban al dictador Pinochet la comunión, una y otra vez . Y sin arrepentimiento.
La obra quiere descubrirnos un Jesús humano como si no supiéramos que era tan humano que incluso cagaba, meaba y se limpiaba el culo con una piedra. Un dato que no sabemos por ‘criterios de historicidad’ sino porque no podía ir a cagar al baño de Pablito. Y en cuclillas, aunque
obviamente no salga en las procesiones de Semana Santa pues Salzillo andaba en otros pasos.
Porque es obvio que Jesús era humano. Tan humano que hasta le echó una bronca a una higuera porque no le dio fruto, pese a que la pobre planta no estaba en época de darlos. Se cabreó con ella, la maldijo, la secó y no le metió fuego de puro milagro. (Marcos 11.12-14, 20-26). Más que humano lo que parecía era ciezano.
Puede que Pagola nos quiera hacer ver que Jesús se entregó para crear el ‘Reino de Dios’ en la Tierra, pero eso también lo suscribió el ateo Nietzsche en Zaratrusta: «Mas nosotros no queremos entrar en modo alguno en el reino de los cielos: nos hemos hecho hombres y por eso queremos el reino de la tierra». Así que para disfrutar el ‘reino en la tierra’ no era menester que Jesús viniera y pasara las de Caín. Sólo tendría que haberse suscrito a los cuadernos de Nietzsche o los del Che Guevara.
Aunque a Pagola se le ha olvidado un detalle: Jesús era un ‘revolucionario’ de mucho cuidado que nos dijo que el que ‘mira a una mujer casada excitando su deseo por ella, ya ha cometido adulterio’ (Mateo 5.28). ¿Qué opinaría del aborto un tipo que dice que es pecado mirarle el culo a la mujer del vecino?...
El autor pone en cuestión la resurrección como ‘hecho histórico’ y tiene razón ya que Jesucristo no fue al programa ‘Sálvame’ para aparecerse a Jorge Javier Vázquez. Aunque nos prometió que en la casa del Padre había muchas habitaciones disponibles y que Él se iba a prepararlas (Juan 14.1-4). O te lo crees o no te lo crees, pero no esperes que Jesús resucite ante Belén Esteban.
Así que algunos curas podrán decir misa, pero si a Jesucristo le relativizas la divinidad y la resurrección, nos queda un chico muy simpático que perdonaba las púas, le tenía manía a las higueras y quería el ‘reino en la tierra’ como Nietzsche. Y entonces no sé qué coño pintamos los demás en el convento. Podemos hacernos del Che Guevara que además te permitía folgar a manta. Un chollo. Feliz Navidad a todos los divinos.
Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza