Antonio F. Marín: Borrachera

28 de julio de 2012

Borrachera

Que sepas que cuando te vas de borrachera sé a dónde vas. ¿Si? Sí, lo sé todo. Pues entonces dime dónde he estado porque yo no me acuerdo. Me lo decía una ex-novia. O una sargento de guardia (de la Marina). No recuerdo bien.

Los españoles también hemos andado de borrachera porque gozamos de 17 parlamentos autonómicos con los escaños embellecidos con tapacubos para que se acomoden unos políticos medianías que si no estuvieran en este cenador, estarían en lo del contrabando de tabaco como el exconsejero catalán de ERC al que han pillado de matute con el maletero lleno de cartones.

España debe al mundo el equivalente a su riqueza anual y el año que vienen tendremos que pagar 37.962 millones en intereses, así que todo lo que se requisa con los recortes va a pagar esos intereses de deuda. Sólo los intereses. Esto es quiebra técnica. Hemos heredado las deudas, y el pasmo, como

las familias heredan las trampas del difunto (sin haber pillado loncha), porque otros se han escapado tan guapamente que incluso cobran sueldos millonarios por su ausencia.

Así que quizás lo mejor sería que vengan de una vez los ‘hombres de negro’ a meterle mano a los que llaman a la «rebelión de las autonomías» (Artur Mas), porque esos técnicos no entienden de folclore autóctono y son como los funerarios: realizan un trabajo aséptico, entre el dolor y la pena: Y además te dan el pésame con factura e IVA.

El miércoles todavía no se habían personado pero es probable que algún día arriben porque en esta plaza hasta el más tonto torea con un traje de luces LED, verdad usted, porque llegan los periódicos ‘de calidad’ y cogen y preguntan a sus lectores qué les parecen los recortes, que es como preguntarle a los niños qué les parece que sus papis le quiten la paga semanal.

Con este nivelazo intelectual es con lo que tenemos que solventar la mayor crisis de España desde la Transición. Da miedo. La crisis no, qué va: los mendas que nos han tocado en suerte, es decir, la mediocre clase política e intelectual. En el 98 tenían a Unamuno, Baroja, Machado, Valle, Gavinet... Ahora lucimos a aidos, pajines, llamazaros y Andrea Fabra «!que se jodan!».

O presidentes autónomos que piden rescate (Valencia, Murcia y Cataluña), cuando se niegan a cerrar 2.359 organismos públicos donde ocultan el déficit y tienen colocados a coleguitas, cuñados, primos, sobrinos y demás familia. Y no las clausuran ni aunque les mandes a la Guardia Civil porque si en Cataluña se descojonan de las sentencia del Supremo para que se enseñe en castellano, cómo van a echar a sus compadres a la calle. Antes muertos que sencillos.

Así que o Rajoy deja de ‘galleguear’ y gobierna para perder las elecciones o nos viene un tecnócrata. O Aznar. O un Felipe, que también se ha postulado para sacrificarse y salvar la patria. Es más digno perderlas. Pero allá él. Allá nosotros. Tendremos que vivir de los melones, las alpargatas, el Seat 600 y el sol y playa. Después de todo ya tenemos experiencia tras décadas de autarquía franquista. Y además podemos emborracharnos para olvidar dónde hemos estado.

Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza. 

Mobusi