A mi me pillan hasta de espaldas cuando vas por la calle y les miras el culo. Se vuelven, te miran, te pasan la ITV y te perdonan la vida. Se conoce que tienen ojos en la nuca que en eso debe radicar la afamada ‘intuición femenina’. Son muy intuitivas. Con su culo. Se creen que es el centro del Universo y que todos los planetas (los ojos de los tíos), giran en torno a él. Tiene una visión geocéntrica o heliocéntrica de su culo. Lo mismo que nos pasa a los tíos con la polla, pero en plan más fino.
Los que no son finos son los peperos de Cieza y su el alcalde, dada su prestancia y diligencia para reformar la manzana del Cocodrilo pues tienen desde hace años las obras hechas un solar. Aunque ya da igual el apaño que hagan porque después del derribo de los edificios que taponaban los dos paseos, te percatas de que línea del horizonte (sky line) no es la fina estampa, caballero, que nos tenían
prometida, sino la imagen de una ciudad desordenada al arbitrio del colocón constructor de los años 70/80 cuando todos los papanatas creían que esto era Manhattan del Segura. O así.
Años después nos íbamos a Manhattan, ¿te acuerdas?, porque no había crisis y nos salía muy barato ir de compras a Nueva York, tan ricamente, como émulos de Paco Martínez Soria. A crédito, claro, porque ahora las listas de espera quirúrgicas han subido un 17% (por los recortes) y tenemos que echar mano de la «hucha de las pensiones».
En Cataluña han cerrado quirófanos pero son felices porque nos pueden chulear con que son independientes. Cada tonto es feliz con su gominola. Deberíamos exigir un referéndum en toda España para poder votar SÍ a su independencia. «Pues agarra tu rumbo y vete» (Pradera), que sois muy pelmas. La única duda que nos queda es saber a quién le van a dar la murga (por culo), una vez que sean por fin independientes. ¿A la Merkel? Amos anda. Os echan.
Como nos van a echar a nosotros, probablemente, porque pagamos porque los niños coman en el colegio con 'tupper', un dislate, pero en muchísimos ayuntamientos de la moderna, sureña y trabajadora España pagan pluses por el solo hecho de ir a trabajar (150 euros en Aranjuez). También abonan pluses para comprar tapones para bañarse en la piscina (Málaga), pluses por bocadillo (Burgos), pluses para masajes (Pamplona), pluses por ir a trabajar en moto (Jerez) y pluses por llevar medias a la oficina (23,59 euros en Málaga).
Los españoles sabemos luchar por nuestros derechos, por nuestros pluses, y a lo peor viene la malvada Merkel a quitarnos todas estas «conquistas sociales históricas». Se va a enterar la nazi esta de lo que vale un peine, digo, un plus. Lo malo es no sabemos mirar las tetas. Debe de ser porque no nos pagan pluses por ello. Todavía.
Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza.
