Antonio F. Marín: Hablar

5 de mayo de 2013

Hablar

He recibido un correo en el que un alguien me dice ‘tenemos que hablar’. Y me he sobrecogido pues me produce mucho resquemor que me digan ‘tenemos que hablar’. Porque ‘tenemos que hablar’ es lo que me espetó el director del instituto antes de expulsarme, aunque en realidad creo que dijo: “tú madre y yo tenemos que hablar”, que para el caso es lo mismo. Y porque no es lo mismo que tu chica te diga ‘tenemos que hablar’ mientras se baja las bragas, que te diga ‘tenemos que hablar’ cuando se las sube. Lo segundo da miedo. No vas a dar la vuelta al ruedo.

Los políticos también se dicen «tenemos que hablar» pero luego se van a hacer bolos por provincias y hablan sólo para su propia parroquia, mientras los jueces tramitan 1.661 casos de corrupción política y económica. Rubalcaba ha propuesto a Rajoy la reforma de la Constitución para fijar las competencias autonómicas, pero eso sólo es lijar la pana cuando la verdadera reforma compete a las empresas públicas, diputaciones, fundaciones, organismos autónomos, consejos, parlamentos autónomos (17) y demás guarderías en la que han ido colocando a los políticos y sindicalistas desahuciados con Audi y tarjeta Visa.

No hablan, pero las empresas y los ciudadanos han reducido su deuda mientras que el Estado cerró 2012 con el mayor déficit fiscal de Europa. Se ha evitado el rescate y la prima de riesgo ha bajado, es cierto, pero pese al copago de las medicinas, los recortes y la subida de impuestos, sólo se ha reducido el déficit estructural y el Estado gastó 100.000 millones más de lo que ingresó. Y el paro ha llegado a los 6 millones, mientras seguimos contando con 20.000 asesores elegidos a dedo.


Todavía queda leña por aserrar pero esta vez no toca el bosque ciudadano, sino en el de la administración y en el de los millonarios (como Almodóvar), que con sus Sicav sólo pagan impuestos al 1%. Pero no. Parece que Rajoy no se da por enterado de que el Estado se infló porque se ingresaba mucho por la burbuja inmobiliaria y que ese borbotón se acabó. Fin. Pero nadie se levanta de la butaca porque creen que sigue la película.

Estamos secos y queremos seguir luciendo pecho lobo como los alemanes que son tan teutones ellos que la mitad cree que España es un país «corrupto, poco fiable, pobre, tradicional y ocioso». La mitad de los españoles también lo cree. Al menos el que suscribe. Y con pulgas, como en un colegio de la Aljorra. Así que no sé dónde está el escándalo.

La cascabelada radica en el cierre del consulado en Gaza (palestinos), por presiones de Israel. El ministro de Exteriores dice que bla, bla y bla, pero lo cierto es que una vez clausurado las empresas españolas podrán participar en la construcción del AVE entre el Mediterráneo y el mar Rojo, además de otros trapicheos como el metro de Tel-Aviv o el suministro de gas de los yacimientos de Israel. Cosas de la ‘realpolitik’, porque no sólo son los americanos los que buscan petróleo. Los españoles buscamos gas y perras. Creo que algunos los han pillado en bragas. Subiéndoselas o bajándoselas. No sé. Tenemos que hablar.

Columna publicada en el periódico El Mirador de Cieza. 

Mobusi