Es esta trilogía Azul sería la libertad, según los críticos entusiastas, pero para mi es una historia de amor profundo que te lleva a la libertad del amor, aunque tenga mucho de esclavitud. Los críticos lo ven de otra manera, todos iguales, porque se conoce que no coincidimos en el mismo cine.
La sinopsis nos dice que se trata de una mujer, interpretada magistralmente por Juliette Binoche, que sufre la pérdida de su marido y su hija en un accidente de tráfico. Al marido, un afamado compositor, le habían encargado la obra El concierto de Europa, pero tras el accidente queda inacabada y ella se niega a terminarla porque no quiere saber nada del pasado. En el duelo se vuelve solitaria, anónima, dura, sin sentimientos, pues según reconoce no quiere amor, ni relaciones, ni saber nada de ello pues te
encadena. Y hace sufrir.
Lloro porque usted no llora, le responde la criada cuando llega a su casa, tras salir del hospital en el que ha estado recuperando del accidente, ofreciéndonos con una sola frase el estado ánimo de la protagonista. Síntesis y elegante reflejo de su entereza, sin más palabras.
![]() |
Juliette Binoche |
Allí se entera de que el secretario de su marido la amaba en vida de éste y lo ocultaba, pero tras sentirse sola una noche lo llama y le pregunta; ¿Me quiere? Sí, responde él. Pues venga. ¿Ahora mismo? Sí, ahora. Y va. Hay una elipsis y al día siguiente él amanece desnudo mientras ella lo mira vestida y de pie. Ya ve que ronco, sudo y tengo caries, le aclara para darle a entender que el amor que siente por ella es en realidad platónico y ella es real con defectos y virtudes.
Pero él la busca y la encuentra e incluso compra el colchón en el que lo hicieron en una clara expresión fetichista porque la ama tanto que adora hasta el olor que ella ha dejado en el colchón pues le sabe a ella. Son pinceladas o brochazos, acompañados por fogonazos musicales, que van haciendo cada vez más interesante la peli, perdón el filme. Porque el enamorado llega a dormir en ese colchón sin que ella se entere y así sabemos que ese amor no es platónico, sino real, muy real. Amor en silencio, sin agobiarla, sin que ella se entere. Un amor callado y paciente esperando que se enamore. Y ella además averigua que duerme en el colchón porque se lo pregunta al enamorado y él lo reconoce.
![]() |
BH Rigel, buscando con los prismáticos dónde hacer una marcación, sin contar con la RAE |
¿Amor o masoquismo?... pues no sé. Quizás amor verdadero, del bueno, del que aguanta ronquidos, defectos, errores e imperfecciones. El amor sólido que no se derrumba al primer embate de la vida y capea el temporal porque el barco es muy marinero y lo aguanto todo.
Son flashes, vistazos impresionistas con pocas pinceladas como cuando llora por un ratón y su crías que acaba de parir y que no tiene más remedio que matar mediante un gato que le pide a un vecino. Lo siente mucho, pero no tiene más remedio que hacerlo. Otro fogonazo sobre Europa y los sacrificios que hay que hacer aunque nos duelan. O la relación con su vecina prostituta a la que salva de que los demás vecinos la echen y que no lleva bragas. Se lo pregunta en la piscina y le contesta: Nunca.
![]() |
Espantapájaras 7 |
Pero me refería a la película Azul donde vemos que una vecina la llama desde el club en el que trabaja antes de salir al escenario a follar con un chico mientras los voyeurs miran. La amiga la llama porque entre ellos y en primera fila, ha visto a su padre y no quiere que la vea haciéndolo públicamente. Por qué hace esto, le pregunta cuando llega al club. Porque me gusta, les contesta ella. Y creo que a todos nos gusta. Más libertad, pero sexual, aunque no sé si se refiere a la libertad de mirar o a la follar sobre un escenario. A mí sí me gustaría mirar, sólo mirar y ser voyeur, pero si es entre dos chicas. Pervertido y libre que es uno.
Más tarde la Binoche se entera de que su marido tenía una amante desde hace años y que ella está preñada de él. Y entonces decide no vender la casa y dejársela para que críe al hijo de su marido. ¿Masoquismo o amor?...Pues según quién lo mire. Los críticos creen que es la libertad de romper con el pasado y quedarse sin nada detrás ni delante. Pero eso es al principio porque al final sí mira hacia adelante al acabar la obra del marido, firmarla y quedarse con el hombre que la amaba en silencio.
Abundan excelentes pinceladas como cuando Kieslowski nos muestra cómo pasa el tiempo mediante la sombra que una taza va dejando sobre la mesa conforme corre el sol del Este al Oeste y que nos da idea conductista de que pasa el tiempo, mucho tiempo, escuchando la flauta de un artista callejero (que llega a lugar donde pide limosna a bordo de un Mercedes) mientras un plano fijo va reflejando con sus sombras el paso del tiempo. Sin palabras y con una imagen fija. Puro conductivismo en esta primera parte, la del duelo.
O la escena en la que se queda mirando como un macarra le pega a una prostituta, es decir, Europa, con sus virtudes y miserias, porque también aparece una anciana muy encorvada y a paso muy lento que le cuesta horrores echar una botella en el contenedor de reciclaje. Más Europa: crítica a la modernidad que recicla mientras los viejos solitarios no tienen a nadie que les eche la botella al contenedor, como siempre.
![]() |
Espantapájaras 8 |
Y finalmente llora cuando ve en el ecógrafo la imagen del niño que la amante de su marido va a tener, pero son lágrimas de felicidad, de libertad, con una miaja de masoquismo. Pero esa es la libertad; la libertad de no tener prejuicios y amar sin medida porque ya nos decía San Agustin v que la medida del amor es amar sin medida. Hay que evitar no abusar tanto de las fichas, nenes, y ver más cine. Y FIN.
Hacía años que no la veía y ahora creo que está sobrevalorada más de lo que se merece; es una muy buena película que te hace pensar y discernir entre el amor y un masoquismo al que conduce el amor cuando una buena persona ama profundamente.
Buenas noches y buena suerte.
PD.- El DRAE dice que una marcación es...2. f. Mar. Ángulo que la visual dirigida a una marca o a un astro forma con el rumbo que lleva el buque o con otro determinado.
Una sintaxis de primero de EGB para enmarcar. Y eso que son académicos de la lengua y no saben redactar sin solecismo y anacolutos. La redacción sería: Mar. Ángulo que forma la visual dirigida a una marca o un astro, en relación con el rumbo que lleva el propio buque o con otro determinado. De nada.
Ya me meto hasta con la Academia. Soy así de chulo. Y eso que no tengo estudios, másteres, ni demás quincalla de estos tipos que cobran por trabajar mal. Son ejemplares, ya digo. Ya lo estáis corrigiendo y para mañana más deberes.
Agenda: Hospital a las 09:30 con mi hermana. Resultados 1º control (a ver si están). Nada más: Es casi Semana Santa y quizás me tome unas vacaciones. Por cierto: hay que poner las colgaduras en el balcón.