Antonio F. Marín: ...hasta que el amor te rezume como espuma...

10 de mayo de 2016

...hasta que el amor te rezume como espuma...

Yo siempre hago las grandes cosas por joder, mayormente, así que un día de estos voy a dejar de fumar para joder a la nicotina.  Se va a enterar.  Aunque si lo pienso un ratico, sólo un ratico, el que se va a joder va a ser el paquete contra el que no tengo nada.

Algunos otros también andan jodidos, sin perdón, porque se nos están cayendo los héroes. Aquí viene al caso el tema de David Bowie, pero como no tengo ganas de buscarlo en Youtube el que quiera y se acuerde que lo tararee, que no lo voy a hacer yo todo.

Siempre he admirado a Felipe González por su sensata vocación de Estado, por hacer cosas que incluso iban contra su ideología  pero  eran necesarias para España. Eso, claro, es una opinión subjetiva  porque la escribo yo y no el vecino de enfrente, al que no conozco, por cierto. A los vecinos.

Por eso  me ha sorprendido que tenga los pies traviscornados con los papeles de Panamá y que el mismo PSOE de Sánchez le pida explicaciones. Supongo que las dará. No creo que sea un político untado pues no lo necesita. Su ego ya está sobradamente pagado porque lo ha sido todo, incluido Premio Carlo Magno. Supongo que habrá gente, la hay, que no lo puede ver ni en powepoint. Es lógico porque  a mí se me está cayendo otro

personaje histórico. Y lo siento. Aunque también me da igual porque nunca he puesto la mano en el fuego por mi mismo, así que mucho menos por los demás.


Son las 06:16 y la  lluvia persevera en lo suyo de dejarse querer por la gravedad. Ayer oí que esta lluvia es una mina de oro para las ciruelos, pero poco después me dijeron  que sí, pero que es mala para los albaricoques si sale el sol y se abren, por lo que aquí viene la consabida frase que cierra todas las conversaciones de ascensor: nunca llueve a gusto de todos, y es cierto, porque esta  tarde acudiré a la firma de libros en la Fería del mismo nombre, aunque espero que las chicas se recaten y no formen largas colas que lleguen por el camino de Murcia hasta la plaza de toros. Hay para todas, que se dice. Los tíos mejor que no pasen que no estoy de humor para tonterías. El libro vale 5 euros y costó más imprimirlo, que conste. Y hay que comprarlo primero, no se regala ni las servilletas

Me alegro que me hayan invitado a participar, y lo agradezco, pero como llueve  creo que me voy a librar del miedo escénico a estar allí dos horas sin hacer nada. Hace un mes se celebró el Día Internaconal del Libro  pero como también se celebró días después el Día Internacional de pelea de Almohadas (7 de abril)  pues que no, como que no. Porque además eso de que te den un almohadillazo puede ser peligroso.
Mar rizada en la travesía a no sé dónde

Aunque tiene más peligro las fiestas chemsex en las que merced a las drogas estás dos o tres días teniendo sexo. No está mal. En la última que yo visité  anduvimos menos tiempo porque como me enteré de que eran  gais  salí de allí corriendo.

En Palma, hace ahora siglos, cuando uno era joven  y los gais te ligaban en la discoteca y los pub pues  te invitaban a  Popper,   a una profunda inhalación del frasquito que duraba segundos y ellos aprovechaban para meterte mano, mal, muy mal, porque  uno era un chico muy respetable y no se va con cualquiera. Qué se habían creído. Si al menos te hubieran metido cinco mil pesetas en el bolsillo te lo podrías pensar pero una no es fácil, joder. Por menos de 500 euros ni me arrimo. Y sin IVA, por favor.

Entonces yo llevaba bigote, la raya en el medio y recuerdo que me decían que parecía un señorito antiguo. Señorito pelao, que decía el Niño mozo castizo y liberal,  pero currando como un marino, digo, negro,   con buena y mala mar porque llovía y seguíamos navegando con tormenta o sin ella. En la foto la mar es rizada  pero he aguantado arbolada. De nada, era mi deber pues defendíamos a unos españoles tontoerpijos que no sabían ni  papa de lo que es jugarte la vida por unos compatriotas que no merecían la  pena. Ni la merecen.


Me imagino ahora y diría que no, que aquí currando como un negro, digo, como un marino, con muy mala mar, aguantando los vómitos de los demás, haciéndoles la guardia a la caña por incomparecencia en el puente y defendiendo a los españoles mientras Pablito Bananas cobra tan guapo de un gobierno extranjero, pues... pues que va a ser que no. Usted lo ha dicho.

Obra del genial fotógrafo fetichista Helmunt Newton
Un cafelito y un cigarro, que en todos los trabajos se fuma, cierto, usted vuelve a decirlo que yo aquí estoy de paso. Me gusta este tono para escribir una novela, este punto de vista, lo que ocurre es que ya lo inventó Camus en La Caída. Un monólogo interior pero con diálogos en estilo indirecto con un personaje que no sale. Es un punto de vista literario que a mi me sale con mucha facilidad, pero si sigo por ahí los listos dirán que copio a Camus, así que lo dejo.

Está bueno el café y el cigarro a esta hora de la mañana, con el silencio, mientras te oyes a ti mismo y escribes  lo que te cuentas. Si lo miras fríamente es de locos, así que acudiremos a la prensa en busca y captura de algún tema, cierto, encontrado, porque un  juez ha accedido a que se exhumen del Valle de los Caídos los cadáveres de dos fusilados en 1936. Es humano, lógico y casi obligatorio, al igual que sería obligatorio  sacar de allí (aunque sea en procesión),  los restos de Franco y José Antonio con el fin de que se hagan cargo de ellos sus desconsolados familiares, primos y demás familia. Los españoles no tenemos porque pagarle los gastos de la limpieza del  panteón a unos privilegiados.

El café se me ha enfriado. Si tuviera mujer, novia o asimiladas me acercaría ahora, le quitaría la sabana y me sentaría en el butacón de enfrente para mirarla mientras duerme con una sonrisa de satisfacción tras una noche de sexo, pasión y tierno amor  desenfrenado. Y le escribiría una poesía, mala, pero muy buena pues sólo las escribo para una persona en particular y son para musitarlas al oído en estos momentos en los que no puede oírte.



El amor que ahoga
Te voy a amar hasta el fondo del océano
hasta que el amor te rezume como espuma;
hasta que te hartes, te rindas y supliques
ahíta,
que te ame un poco menos porque te ahogas,
abierta,
entre olas, espumas y gemidos

Archivo de hojas muertas (2012-2013)

Y la miraría embelesado mientras duerme, recorrería su hermoso cuerpo con la vista y le tocaría el culo, con  las manos, que uno es como es y son cosas de hombre, ya se sabe. Y si se despertara le diría: te quiero, amor mío, te quiero. Aunque te dé un bofetón por haberla despertado tocándole el culo, que ya se sabe que el romanticismo no va con ellas.

Buenas noches y buena suerte

Agenda: Hospital eco a las 11,30. Feria del libro por la tarde de 18:00 a 20:00. Hoy tampoco habrá paseo con mi hermanica, por la lluvia.

Mobusi