Antonio F. Marín: La vejez, la pastilla y el porno de Susan Sharadon

27 de mayo de 2016

La vejez, la pastilla y el porno de Susan Sharadon

Todos deseamos llegar a viejos, y todos negamos que hayamos llegado, decía el genial Quevedo  porque es cierto. Aunque yo no lo niego, pero algunos sí y lo disimulan con frases hechas que pretenden asegurar que la vejez es calma, serenidad y proverbios hindúes  con  parrillada de sardinas a la luz de la luna. Por los cohones,  digo, porque es una puta mentira. La madurez del hombre es haber recobrado la serenidad con la que jugábamos cuando eramos niños, decía Nietzsche. Friedrich, sí

Qué bonito, cómo mola tu pistola y tu mantel de hule; pero cómo se nota que él no jugó en el solar de doña Adela donde te apedreaban  y descalabraban en un periquete, en un !toma, hijoputa!, porque allí no podías negociar lo de la serenidad en el juego, ni un alto el fuego. Llamamos a la ONU por lo de los cascos azules  pero creo que ni nos cogieron el teléfono. Nos abandonaron al calor de la selva y allí nos hicimos hombres, y super hombres,  a pedrada limpia. Lo de los terruños que se deshacían eran cosa de mariquitas y lo que privaba era la piedra  pelá. Entonces, que ahora  creo que se pegan en

la videoconsola. 

Lo de la vejez es una puta mierda, con perdón, digo, decía. No puedes hacer nada, te duele todo, no puedes subir a la jaquetona a la casa porque pesa mucho, no puedes ponerte firme porque a la colita no le funcionan los muelles ni el pistón  y ya no furulas, etc. Y te aburres de ver un coño, aunque lo de aburrirse debe de ser cuestión de emparejados porque servidor que es solterón hace tiempo que no ve uno. Al menos por mi serviola no pasan. Si veo alguno lo aviso, cierto. Recuerdo que la última vez que lo atisbe  se llevaba con rizos y al natural, es decir, a lo bestia, a lo que dé la mata.

Depilación francesa (de nada)
Ahora van a la peluquería y todo, y está de moda la depilación brasileña pero uno prefiere mucho más la francesa porque me gusta joder, mayormente. Digo joder porque es joder, y chingar,  claro,  en sus dos acepciones de hacerlo y joder la marrana. Lo de marrana creo que aquí no procede pero es un  lio que te montas con la Academia pues no se aclara.

Pero la última vez que vi un coño, decía, se llevaban furtivos y creo me tragué muchos pelos y desde entonces le tengo miedo al estropajo. Al de aluminio también, sí, porque si los naturales te los puedes tragar los de aluminio te atragantan. Creo, que nunca lo he probado.

Pero decía y digo, que los listos dicen que lo de la vejez está en el cerebro. Claro, y en los huevos, no te jode. No me refiero a los huevos como 1. m. Cuerpo redondeado, de tamaño y dureza variables, que producen las hembras de las aves o de otras especies animales, etc y según el DRAE, sino a los otros, los de avestruz que son un poco más pequeños que los míos, pero tampoco le vamos a echar cuentas, pesos y medidas. Conozco a un tío al que su señora, la madre de sus hijos, le cuelga pesas de los huevos, pero yo no puedo. No tengo novia que me lo haga.

Pelillos a la mar, pero no los de aluminio, decía, sino los naturales que estuvieron de moda la última vez que vi un coño, allá por donde la Polca, más o menos, que tampoco nos vamos a pelear por un pelo más o menos. Ni por los huevos. Uno tiene mejores ocupaciones.

Por ejemplo enterarme de que Susan Sharadon, la actriz e infatigable respondona de Hollywood,  va a dirigir películas porno porque cree que las mujeres no están debidamente tratadas. Como es natural todas las feministas la han  puesto como puta de dómine. Pero ni caso. A ver si se anima y al menos refresca el asunto del porno porque está atrasado, caduco y ahora va por otros López. Si quiere yo puedo aconsejarla pues tengo cientos de pelis no-porno, es decir, porno que no lo es porque no se folla ni nada. 

Pero no se me distraigan y volvamos al asunto mollar de este comentario, entrada o post del diario pues los afiliados a ese concurrido club de La juventud está en la cabeza son  unos pichones que entrados en edad chocha se enaltecen con aquello tan socorrido de que  la juventud no tiene nada que ver con la edad, sino con la actitud que adoptes frente a la vida. Lo suelen proclamar jactanciosos  antes de subirse al autocar del Inserso lo cual que es descorazonador. Por los huevos, sì, y no me refiero ahora a los de avestruz, sino a los de gallina. Pues un huevo, digo y decía, porque ya no se te empina  ni nada y están más pendientes del Algasit que de comprar condones.

Pero  hablando de condones y ya que pasaba por aquí, me asombra que luego lleguen las sádicas y crueles novias y te metan  la dichosas pastillita azul en la boca. Te obligan,  porque con tal de que te las folles son capaz de hacerte cualquier perrería, incluso atarte como si fueras un pato francés de esos que fabrican foigras, para meterte la pastilla azul en la boca y obligarte a que las folles cuando tú estás más pendiente de sus bragas que de otra cosa.

Qué monas... yo quiero unas
Pues estas también me gustan y tengo dudas
Lo bueno de la vejez es que te dejas de tonterías, ya no quieres follar ni nada y te lo pasas pipa con sus braguitas porque ella te las puede dejar mojadas después de hacerse un dedo y  puedes gozar sin que ella  te moleste recordándote  que hay que cambiar el color de las cortinas o arreglar un desconchado en el techo. Con ellas, con sus bragas,  puedes hacer dos cosas muy trascendentes: o las hueles y luego te las pones o te las pones y luego las hueles pero por razones obvias se desaconseja la segunda opción y preferiremos la primera.

Por qué ellas se fijan siempre en los desconchados del techo cuando tú estás encima  dale que te pego al cante, me he preguntado siempre  tras leer a Sartre. Pues es muy sencillo: para que se te afloje y acabes pronto, que son muy suyas. Primero te meten la pastilla azul a la fuerza y luego te cuentan no sé qué historia de los desconchados en el techo.

Por eso yo sigo solterón, a Dios gracias, y no tengo la más mínima intención de pasar por el aro, es decir, por el altar pues como ya no se me empina, como ha quedado dicho y certificado, no tienes necesidad de hacerlo. Le pides las bragas mojadas de la excitación de su coño y te avías tú solo porque las telas nunca te decepcionan. Y además no tienes que aguantarla. Te deja sus bragas y la echas a la calle. Lo que ocurre es que es difícil echarte novia solo para que te deje sus bragas y  que se vaya luego. Te va a tomar por raro. O peor.

Pero si te  obligan y te meten  la pastillas azules en la boca lo que se aconseja es que se obre como hacia un servidor  en el psiquiátrico: metértela debajo de la lengua y luego escupirla. Porque ellas ya no saben que idear para hacerte trabajar. Es como la hoja de coca que le dan a los agricultores bolivianos para que trabajen más. Una crueldad. No hay derecho.

Y sí, ya que viene al caso, he de reconocer que he estado en el psiquiátrico. Tres veces porque como lo hacía mal me obligan a repetir curso. La cuarta no me dejaron entrar: decían que me tomaba aquello a cachondeo porque entraba los viernes y me iba los lunes. Claro, es que si eres loco todo el tiempo te puedes volver loco. Tratan con locos pero no tienen ni idea de lo serio que es y lo que cuesta estar loco.

Con las iniciales también puede valer
Son las 06:20 y todavía no sé lo que he escrito. En El País sí lo saben porque destacan que la violencia okupa en Barcelona eleva el temor a un vacío de autoridad. En el País Vasco se acabó con la violencia en una semana cuando se decidió multar a los padres de lo borrokas. Sus papis los cogieron de la oreja y los encerraron en su cuarto, castigados,  porque no estaban dispuestos a pagar las multas de las travesuras de sus hijos. No existe un vació de autoridad en la calle, sino en las familias; en esos padres sumisos que dejan que sus hijos hagan lo que les salgo de los cencerros.

Siempre he dicho que la locura no es más que  tener que repetir una y otra vez lo obvio. Por eso anduve por el psiquiátrico, pero no pienso volver así que menos mal que soy soltero y solterón, decía,  porque si tuviera novia seguro que se enfadaba y me metía ración doble de pastilitas azules que yo odio porque prefiero la castidad, el colocón de oxitocina, dopamina, etc, y que al no desparramarla por cualquier coño o condón, se queda tranquila  contigo en los huevos. No sé si esto se comprende pero me da igual porque uno es libre y ama la libertad para no tomarme la pastilla azul ni aunque me aten. Adoro la castidad por amor y la lúcida e inteligente libertad para ser esclavo. Pero yo estoy loco.

Otros no conocen la libertad como Pablito Bananas pues  asegura que hay que cumplir la legalidad, en relación con la prisión del opositor Leopoldo Torres. Claro, por eso hay que darle curso al revocatorio del dcitadozuelo Maduro, prenda, que vas de listo y te pillas los cojones con la tapa del piano. Cumplir la legalidad es darle curso a la ley del Parlamento elegido hace poco en las urnas para aprobar una amnistía que el dictador no acepta. En la Transición pedían amnistía y libertad y se consiguió, pero en la dictadura de Venezuela no hay nada que hacer. Cumplir la legalidad es darle curso al revocatorio que el Chavismo  instauró y no tratar de boicotearlo como está haciendo para quede de presidente  uno de los suyos.

Cumplir la legalidad es aceptar el mandato del pueblo que ha dicho por unanimidad en las urnas que se vayan, que no los quieren ver y por eso en el Parlamento tienen  mayoría absoluta. Te imaginas, capullo, que en España Rajoy se opusiera a una mayoría absoluta de Podemos... No te la imaginas porque eres cejijunto intelectual y un paleto analfabeto que no tiene ni papa de lo que enseña.

Un talcualillo que es todo lo que eres merced al odio y el cabreo de los españoles del garrotazo (Goya); de esa España que cree que todo lo que existe en el mundo  se lo merecen , en justicia, porque sì, porque ellos lo valen y sin pegar un palo al agua. Por eso Amancio Ortega, un hombre salido de la nada y multimillonario con su esfuerzo sin ayuda de nadie, es el más odiado porque ha demostrado que con esfuerzo y trabajo, se puede conseguir lo que se sueña, mientras otros se sientan a la vera del camino para esperar la subvención y el enchufe de funcionario.

Siempre habrá pobres porque siempre habrá gente que quiere ser funcionario, no se si me explico o dibujo un plano. Habrá gente que ahorre y otros como yo que dilapiden todo lo que pillan. Por eso uno admira a Amancio Ortega. Y a Arturo Pérez Reverte que se ha hecho millonario y tiene yate logrado con su ingenio y esfuerzo. Yo sigo trabajando duro para igualarme a él, pero jamás pretenderé que él baje a mi nivel.

Y haberlos hay, otros, que quieren imponernos su no libertad, es decir, jodernos y que hablemos aquí de Lenin. Por los huevos. Libertad para qué, se preguntaba   la momia de Lenin antes de ser momia. Pues para pasar de ti, no oírte, tocarle el coño a tu puta madre, elegir a quien me gobierna,  leer lo que me da la gana,  ver el cine que quiera o volar cometas, tontoerpijo, que tienes más peligro que una que yo me sé con  la manzanilla.

Siglos después hay que recordar a algunos zopencos, cerriles y orejeros, lo que es la libertad cuando se da, o debería, en primero de párvulos. Libertad para pasar de ti, capullo.   Yo me conformo con que la actriz porno que habéis contratado para dar conferencias me deje sus braguitas, mojadas. Bueno, en realidad paso mucho porque es una marranada adorar bragas de una extraña. Tienen que se de la mujer que amas con locura y pasión. No sé qué pensarán de este tipo de conferencias en el Club Atalaya, pero tengo para mí que a las chicas no les debe de gustar mucho. A mi sí, pero yo soy un crápula perverso, un viejo verde que no pretende vivir en la eterna juventud. La vejez es buena porque te da la serenidad que perdiste mientras luchabas por llegar a viejo, para luego querer recuperar de nuevo  la juventud y el país de leche y miel.

Buenas noches y buena suerte.

Agenda: Paseo con mi hermanica. Enseñarle el ticket de la máquina en el  que costa fehacientemente que he adelgazado dos kilos y medio. Y que rabie y se chinche porque ella ha engordado.

Mobusi