El otro día leí una encuesta en la que se preguntaba cuál era el mejor disco pop/rock editado a lo largo de la historia. Y en seguida se me vino a la mientes el “Abbey Road” de los Beatles, el “Sticky Fingers” de los Rolling o el “Rock 'n' Roll Animal” de Lou Reed, por acudir a los clásicos más a mano. Pero no. Una vez que lo piensas detenidamente caes en que el mejor disco de la historia es el “Rock & Ríos” que Miguel Ríos grabó en directo en un teatro de Granada hace ya más de 20 años (creo recordar). Porque aún hoy lo sigues escuchando y te sigue gustando con canciones como “Un caballo llamado muerte”, “Santa Lucia”, “Banzai”, “Rocanrol bumerang”, “La basca vacila”, “Maneras de vivir” (de Leño), “Mis amigos dónde estarán” (de Topo) o “Lua, lua, Lua”, etcétera, pues es un disco redondo en el que todo aprovecha desde el tema número uno al veinte y no como ocurre ahora que cualquier mindundi saca un cedé cada año del que sólo te interesa una canción que al rato se olvida. Y luego dicen que hay piratería, cosa extraña, porque hay que tener valor para piratear esos bodrios. Y es que antaño los músicos se metían en un estudio y no salían de él hasta que no tenían un Lp de vinilo con todos los temas estupendos y sin ningún relleno, como el mencionado de Miguel Ríos en el que aunque hay letras que hoy nos sonrojan, como la de “Año 2000” (en el año 2000 no habrá vida en el planeta, chiri, chiri…), pues hay otras como "Santa Lucia" que te encogen el corazón:
“Dame una cita,
contesta mis cartas,
vamos al parque,
entra en mi vida,
sin anunciarte”.