El presidente del Gobierno ha salido al paso del propósito de varios alcaldes de no casar a los homosexuales (incluido el socialista Vázquez), alegando que hay que cumplir la ley nos guste o no nos guste “porque la norma obliga a todos, especialmente a los responsables políticos y negarse a ello sería un incumplimiento flagrante de la ley” (EL País 27.04.2005). Tiene razón. Se ha de cumplir la ley. Por fin. Albricias y aleluyas. Se va a obligar a cumplir la ley y, por consiguiente (Felipe González Dixi y Pixi), se va a exigir a su reverencia don Jesús Polanco que cumpla las sentencias judiciales que lo condenan a devolver las emisoras de radio que se compró ilegalmente, para que no haya españoles de segunda (los que cumplen las sentencias y pagan las multas) y de primera (los amigos del Gobierno que no las cumplen). Por fin vamos a ser todos iguales ante la ley gracias al magisterio y gobierno de este hombre que con su pedagogía nos seduce y enamora. Es mi héroe. Yo cuando era pequeño quería ser como él: Una mezcla de Robín de Batman y de Richard Gere de Alcobendas.
Pos Después.- El Tribunal Constitucional amparó la objeción de conciencia de un guardia civil que se negó a desfilar delante de la virgen. Hay jurisprudencia civil y moral, porque la objeción no te la puede quitar ni Dios. Ni Fidel.