Antonio F. Marín: Cherchez la femme, paisa

25 de julio de 2005

Cherchez la femme, paisa

Nos ha costado trabajo, pero por fin parece que la noticia les ha llegado al guindo y los cursipogres han tenido que reconocer lo obvio en el editorial de el diario El País del pasado domingo: "Pero estos dos atentados, como los de Nueva York, Madrid o Bali, obedecen a un mismo guión y a una misma estrategia de ese terrorismo islámico global, que busca el aplastamiento de Occidente al estimar que representa una sociedad moralmente decadente". Bienvenidos al club, decía, porque ya no es uno sólo el que dice que la causa no está exclusivamente en el hambre mundial, ni en la globalización, ni en el "mar de injusticias" zapateril, ni en la guerra de Irak, sino en el hecho incuestionable de que la civilización occidental llega a sus fronteras (o a través de la televisión vía satélite) y ésta trae
la democracia y esa inmoral modernidad que facilita que las mujeres se puedan divorciar, bailar en la discoteca y follar con quien quieran. O sea, la inmoralidad. Y antes muertos que libres, que ellas sean libres y amorales. Esa es la cuestión, entre otras muchas de este jaez, por la que los islamistas fanáticos matan con el fin de impedir que las costumbres occidentales "contaminen" su demencial modo de vida en el que se apedrea a las adúlteras, como en tiempos de la Inquisición. Porque la cultura occidental se ha deshecho de las imposiciones religiosas católicas y no hace caso de sus dictados y eso, horror, es una blasfemia. Es inmoral. La misma existencia de Occidente es para ellos una blasfemia porque facilita que las mujeres se diviertan, bailen, follen con quien les dé la gana y tengan libertad para trabajar, independizarse, bañarse desnudas en la playa y tener cuantos amantes quieran. Y temen que esa modernidad "inmoral" llegue a sus países. La religión católica hizo su Concilio Vaticano II y se actualizó a nuestros días, mientras que el islamismo vive como en la Edad Media. Siguen siendo la Inquisición islámica que mata al infiel. Esa es la cuestión. "Cherchez la femme", paisa (buscad a la mujer).

Mobusi