Antonio F. Marín: Héroes y villanos

4 de septiembre de 2005

Héroes y villanos

Dicen que en las grandes acontecimientos es cuando aparecen los héroes, cuando el hombre da la medida de sí mismo y, por eso, cuando veo temblar las paredes por un terremoto doy la medida exacta de mí mismo y quepo debajo de la cama donde me escondo para aplaudir a los héroes que pasan por allí muy ajetreados. Yo admiro mucho a los héroes y respeto su trabajo, por lo que procuro no molestar y dejo que cumplan con su predestinación dando su vida por los demás. Es lo suyo. No seré yo el que se entrometa en su destino. Otra cuestión es ser presidente del ex-país más poderoso del planeta y no dar la talla. Es decir, que si eres presidente del Gobierno no te puedes esconder
debajo de la cama, ni irte a China, porque entre otras cuestiones cobras por ser un héroe. Bush no es un héroe, parece que ha demostrado su incompetencia y además ha puesto en evidencia la estupidez de tener tropas en Irak para limpiar los demás países, cuando tienes el tuyo sin barrer. Aunque me sorprende que lo critiquen gentes que demostraron su ineptitud con el desastre del Prestige o del más reciente incendio de Guadalajara y que ahora se atreven a dar lecciones a los demás de cómo deben barrer su casa cuando han tenido también sucia la suya. Nota para los sectarios: Es menester hacer constar que un incendio forestal es muchísimo más fácil de atajar que un tifón y que aquí murieron 11 personas tras una sencillita barbacoa. Regla de tres simple: si con una barbacoa mueren 11 con un tifón hubieran muerto (x).

Mobusi