Antonio F. Marín: Novias

21 de septiembre de 2005

Novias

A René Zellweger, la protagonista de Briget Jones, le ha durado el matrimonio cuatro meses. Una eternidad. A mí la novias siempre me han durado menos. No ha llegado al mes e incluso con alguna no he llegado al día. Y más de una me han dejado incluso antes de conocerme, porque cuando he ido a interesarme por alguna de ellas preguntándole a sus amigas, ellas me han contestado, “tú no le gustas”. Sí, claro, pero si ella no me conoce cómo lo sabes. Pues si no le gustas cuando no te conoce imagínate lo que le gustarás cuando te conozca, suelen responder ellas con mucho aplomo. Pues vaya. Y por qué no les gustaré a las mujeres, me suelo preguntar cabizcaído y metafísico mientras me como a bocados una tajada de melón, que a mí me ayuda mucho a concentrarme. ¿Será porque me dejo las puertas de los armarios abiertas? No sé… O quizás porque siempre llego tarde a
recogerlas. O quizás por no me fijo cuando vienen de la peluquería. O quizás porque cuando se ponen a hablar por los codos les cuelgo porque a mí no me gusta hablar con los codos pues mi madre me tiene dicho que hablar con ellos, y ponerlos encima de la mesa, es de mala educación. O quizás porque cuando se paran a hablar con sus amigas yo les miro el culo descaradamente. Para comparar, mayormente. O quizás porque cuando llueve las pongo a ellas en la parte exterior de la acera para que si pasa un coche y salpica, que el agua les caiga a ellas porque según todos los estudios biológicos, ellas están más preparadas y aguantan mejor el sufrimiento que los hombres. O quizás porque ellas no entienden el gesto galante y caballeroso que supone darles dinero para el taxi, después de follar, con el fin de que regresen pronto a sus casas sin ningún tipo de problema. Pero se conoce que no entienden que uno es un gentleman. Y un incomprendido. En fin, misterios, porque recuerdo que con la que más he durado fue con una chica que estaba en una parada de autobús. Fuimos novios hasta que llegó su autobús y se fue en él. Creo recordar que ni se despidió ni nada como he visto yo que hacen los enamorados por la ventanilla, lo cual que no dice mucho de su romanticismo. Porque luego dicen que ellas son románticas y de románticas nada porque encima que rompen el compromiso en la parada, ni se despiden con la mano, ni te lanzan besos, como he visto yo que hacen en las películas. Son mentirosas. Y falsas.

Mobusi