Antonio F. Marín: Peluches y mujeres

25 de octubre de 2005

Peluches y mujeres

La última moda erótica es disfrazarse de peluche, según dicen, y miles de personas de todo el mundo disfrutan disfrazándose de “furrys” (peludos, en inglés), adoptando sus características y ‘frotándose’ con otros ‘amiguitos’. No sé. A mí no me convence, porque una vez me disfrace de hombre y me acerqué a una chica y ella no quiso frotarse. Dijo no sé qué historia de que fuera a frotarme con mi madre, la muy pécora, que por lo visto no sabía que eso es incesto. Son malas, retorcidas y perversas.

No me extraña que Dios las pusiera a vender manzanas en el paraíso. Luego me disfracé de corderito, pero tampoco coló porque la chica me dijo que nones, que ella no se lo hacía con un corderito porque a ella le gustaban los lobos, por lo que me disfracé de lobo, pero ella me replicó que pasaba mucho de disfrazarse de Caperucita porque era un niña boba y ella era muy lista y prefería hacérselo con el leñador. En Caperucita no hay leñadores, le dije yo vigilando la pureza del cuento. Hijo, qué poca imaginación

tienes. ¿Imaginación?... Así que yo no tengo imaginación.

Pues vale, pero entonces mejor te disfrazas tú de ninfómana y yo de salido ninfomaníaco, que hacemos juego y todo, y en eso yo no tengo que fingir nada porque es el papel de mi vida. Tampoco quiso porque prefería a Maria Antonieta (una ninfómana más recatada) y quería que yo me disfrazara de Napoleón a lo que me negué en redondo porque si tenía la mano en el pecho no podía tocarle el culo. Se había creído que yo era idiota. Ya no saben que inventar para que no les toques el culo.

Al final se disfrazó de ejecutiva y yo de butanero (ya se sabe, lo clásico) y no lo pasamos muy bien porque vestida de ejecutiva agresiva imponía mucho y además se le subía la falda, como a la chica de la foto, mostraba el liguero, las medias y la braguita. Estaba preciosa porque aunque sólo se le veían los muslos, a mí me excitaba más que si estuviera desnuda. Hasta que apareció su madre en la habitación con no sé que historia de que ella se iba a disfrazar de Guardia Civil o que iba a llamar a la Guardia Civil, que todavía no tengo muy claro qué es lo que dijo porque bufaba, echaba espumarajos por la boca y no se la entendía muy bien pues tenía dificultades de pronunciación. Y no vocalizaba.

Mobusi