Antonio F. Marín: Se ne pa poseibol

31 de octubre de 2005

Se ne pa poseibol

El Gobierno pretende que la nueva Ley Orgánica de Universidades (LOU) corrija la desigualdad a la hora de escoger las carreras universitarias y que estás sean “paritarias” con el fin de evitar que en unos estudios predominen los varones y en otros las mujeres, como ya ocurre con las de ingeniería, ocupadas por hombres, y en las de magisterio, farmacia o enfermería, ocupadas preferentemente por mujeres. Es lo suyo. Mis felicitaciones al Gobierno y a Rodríguez Zapatero, pero deben seguir profundizando en la paridad laboral y en la formación profesional, donde todavía quedan
anacronismos atávicos de la sociedad machista como que un servidor no pueda ser dependiente de una tienda de lencería de señoras. Cuando está demostrado, además, que los hombres tenemos más pericia en los probadores y quitamos las bragas en un santiamén, con una velocidad pasmosa, con lo que se racionaliza el tiempo de espera, se aumenta la productividad y se atiende a más señoras.

A mí en particular me llevan discriminando muchos años y voy a terminar por recurrir al Constitucional porque tengo entendido que todos somos iguales ante la ley y no se puede discriminar por razón de raza, sexo, creencias o tendencia sexual. No es justo, porque incluso una vez me ofrecí para trabajar en los probadores y sin cobrar ni un duro y me dijeron que nones, que “ce n'est pas posible” (es que era una lencería francesa, donde son muy finos). Y por qué se no pa posible, les pregunté yo valiéndome del francés que estudie un día que fui a trabajar a la vendimia y me volví cuando vi que eso de la vendimia no consistía en pisar uva y emborracharse, sino que había que trabajar y todo. Hay que recoger las uvas, me dijo un tipo muy serio. Pues a mí me parece muy bien, por mí no hay inconveniente, así que cuando las hayan recogido me avisan que yo la piso y bebo. Pero el encargado de la finca me dijo que “ce n'est pas posible” (otra vez, que se conoce que se ponen de acuerdo). Franceses, ya se sabe. Pero en el día y medio que estuve allí emborrachándome aprendí la traducción de se ne pa posible (ellos dicen poseibol porque son muy finos, ya digo, y habían estudiado francés y todo). Así que no se ne pa poseibol, le repliqué yo a la dueña de la lencería de señoras. No, no puede ser. Pues me voy a quejar al sindicato, que lo sepa usted.

Pero en el sindicato de dependientes de lencería me dijeron que tampoco se ne pa posible (digo poseibol) porque yo no era chica. Ya, pero eso no es culpa mía porque creo que se nace así y no podemos ser discriminados por razón de nacimiento, sexo, raza o tamaño de la polla, les repliqué yo procurando razonar, argumentar y exponer para que el diálogo fructificase y llegáramos al consenso. Nasti de plasti forever an never, me dijo el tipo que había estudiado ingles en Machachusets y que había trabajado en la tienda de lencería Women’s Secret que aunque es anglosajona, dicen que es mejor incluso que las francesas, aunque a mí la que me gusta es La Perla, que creo que es italiana. Pues vale, le dije al tipo, así que ni se ne pa poseibol, ni nasti de plasti forever and never, de acuerdo, pero quiero hacer constar que me siento discriminado de todas, todas. Esto de “todas todas” se lo tengo yo oído a un filósofo alemán, porque ya se sabe que si las lencería es francesa, y la tortilla de patata española, la filosofía es alemana o no es filosofía, según dijo uno de esos que piensan y encima cobran y todo.

Mobusi