Vuelve el fascismo. Lo tenemos en Cataluña, en el Tripartito de socialistas, comunistas y adjuntos burgueses nacionalistas que han aprobado un Consejo Autonómico Censor Audiovisual (CACA). Vuelve la censura dura, los tiempos siniestros en los que hay que cuidar lo que se opina no vaya a ser que un Consejo de fascistas reunidos, como Geyper, nos multen y digan qué tenemos que opinar y qué no. Porque para tan lúgubre, tétrico y fúnebre menester han creado el Consejo Audiovisual de Cataluña que va a decidir y dar avales y licencias para que se pueda ejercer la libertad de expresión. Son fascistas mediocres en su vida privada que para compensar la falta de tamaño y atributos, se pavonean chulos, flamencos y bravucones dando lecciones de democracia y recortando los derechos de los demás. Es sólo una proyección compensatoria porque ya se sabe que
existe una relación proporcional entre pichabreves y ánimo censor. Y porque odian la libertad de los demás ya que, acostumbrados a la sumisión a la Policía del Pensamiento, no soportan que haya alguien que no piense como ellos, pobres diablos, pobres panarras que todos los días acuden a la radio y al periódico adicto para saber qué van a pensar hoy, cuál es el pensamiento plural que les han preparado ya mascado y en papilla para que no se atraganten y todos piensen el mismo plural. Quieren ser juez y parte que reparte licencias y concesiones para ejercer la libertad de expresión. No existe semejante "consejo" en las otras profesiones que vele por su cumplimiento legal porque si a un arquitecto se le cae un edificio al realizar mal su oficio, es el juez el que decide con los informes de los peritos si ha incumplido la ley o no. Pero estos fascista de trompeta, censores de alpargata, mamarrachos de opereta y ponedores de huevos que dan el gatillazo cuando dicen amar la libertad, pretenden erigirse en dignatarios de la infamia, hacederos de privilegios y cerriles censores de los derechos de los demás con el pretexto de vigilar que se cumpla la ley, como suelen hacer todos los fascistas antes de darte el ricino, la amonestación y la multa.