El IVA de las velas

Gaspar Llamazares, el líder de IU, ha protestado por los “privilegios mediales” que tiene la Iglesia con respecto al IVA. Esos privilegios medievales consisten en la exención del pago del IVA en la compra de bancos y velas. Cuando leí la información que algunos periodistas de cerril obediencia ciega le han dado al asunto en primera página, me imaginé que la cosa iba de miles de millones de euros que la Iglesia se ahorraba para invertirlo en comerse a los niños crudos. Pero no; tras leer la información detenidamente en medios independientes he averiguado que se trata del IVA de las velas y de los bancos. Una monstruosidad. Gaspar Llamazares es un fulano que no se olvida del IVA de las velas de las beatas, pero se olvida de la millonada regalada por la Caixa al PSOE o de la millonada que ha costado la pésima gestión del caso el Carmel del que él es responsable pues su partido gobierna en Cataluña. Pero no se olvida de la calderilla del IVA de las velas para que las betas se gasten su pensión en otras chuches más correctas. Y luego irá a por el IVA de las bendiciones y del agua bendita pues al pasarla de H2O a H2O bendita produce una transformación, un
cambio del valor añadido que hay que apoquinar porque es un privilegio medieval, aunque fuera aprobado en la Constitución democrática del 78 que votaron todos los españoles, incluido él. Privilegios medievales, ya digo, como los que el baranda defiende con ardor cuando lucha por los privilegios por nacimiento de vascos y catalanes en contra de la igualdad de todos los ciudadanos independientemente de su lugar de origen o nacimiento. Y eso lo dice el mengano mientras gobierna y forma parte de un Gobierno al que Albert Boadella (un luchador contra la dictadura franquista) ha calificado de pre-fascista. La Internacional Comunista, ya se sabe. Libertad, igualdad y fraternidad. Y privilegios por el lugar de nacimiento, por la nueva aristocracia de la geografía de la cuna.